Bajo el auspicio de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) comenzó a desarrollarse el lunes 24/8 en la Provincia de Buenos Aires la “Semana de la ESI”, que consta de cinco encuentros virtuales referidos a distintas problemáticas sobre el tema. El intento de suplir la falta de una ESI anual, que se dicte con un presupuesto asignado y que sea de carácter laica, científica y con contemplación de las identidades sexuales y de género resulta fallido. Para que nos comente sobre la realidad de la ESI en su colegio secundario entrevistamos a Cristian Bovone, estudiante de la E.E.S n°15 de Hurlingham e integrante de la agrupación estudiantil La Caldera.

¿Cómo es la aplicación de la ESI en tu escuela? ¿Cómo se empezaron a organizar lxs estudiantes?

Vemos la ESI en 2° año (estereotipos de belleza) y en 3° año (adicciones). En 4° año en la materia Salud y Adolescencia también se tocan temas como las distintas sexualidades y la planificación familiar, y las típicas explicaciones de anticonceptivos y cómo colocarse un preservativo.

La lucha por una verdadera ESI comenzó hace 2 años cuando lxs estudiantes cuestionamos la formación ante la bandera (separada en filas de “chicos y chicas”) con pibxs de distintos cursos cambiándose a la “fila contraria a su género”, lo cual tuvo una repercusión negativa en una de las autoridades, que nos dijo que nos formemos como “correspondía”. Este suceso fue la raíz organizativa de lxs pibxs en la 15.

El año pasado, cuando en una clase de 4° lxs pibxs abrieron el debate sobre las distintas identidades de género, una de las preceptoras interrumpió la clase diciendo que las personas que nacían varón/mujer siempre lo serían, violentando las identidades de lxs compañerxs.

Estas actitudes transfóbicas dieron paso a un papelazo en la escuela donde lxs estudiantes llenaron el colegio de carteles, afiches y banderas sobre la transexualidad y la ley de educación sexual. Ese mismo año se organizó una charla-debate sobre la necesidad de una Educación sexual integral con un carácter laico, científico y que contemple las identidades sexuales y de género donde participaron estudiantes secundaries.

Las conclusiones fueron claras: necesitábamos una organización estudiantil independiente para llevar adelante nuestros reclamos, este fue el paso para crear la agrupación estudiantil: La Caldera.

¿Cómo encaran esta lucha en el contexto de aislamiento y clases virtuales?

Este año estamos participando del Encuentro de Jóvenes Estudiantes de Hurlingham (EJEH) donde intercambiamos con centros de estudiantes y representantes escolares de todas las escuelas del municipio. Estamos cara a cara con autoridades de Jefatura regional y Consejo Local, entre otros.

Se crearon distintas comisiones, una de ellas, la comisión de ESI. Las reivindicaciones y reclamos que planteamos en las distintas reuniones de esta comisión son claras: para tener una ESI laica, científica y con perspectivas de género necesitamos la derogación del artículo 5 de la ley de ESI (26.150) el cual deja a la educación vulnerable a que los prejuicios y creencias religiosas se metan de lleno en su implementación. También la necesidad de una capacitación docente real en la materia, que sea obligatoria y que el Estado garantice los recursos materiales para brindarla.

Sin embargo, agrupaciones como la FES, representante del kirchnerismo, sólo impulsan temas que quisieran que se traten y actividades en la semana de la ESI sin atacar ni caracterizar el problema de raíz que se encuentra en la misma ley.

Tomando esto último que comentas, ¿Cuán importante crees que es para una agrupación estudiantil ser independiente del Estado?

Esta es una conclusión muy valiosa, entendemos que es primordial ser independiente al estado porque es el mismo quien está en contra de nuestras reivindicaciones, las cuales no son su prioridad. Agrupaciones que están ligadas a él, en el caso de Hurlingham la FES, funcionan como contención del estudiantado y como traba de sus reclamos. Se puede ver claramente en su intervención dentro de EJEH donde no reclaman por el aumento de la mercadería de los bolsones que entrega el SAE (Servicio Alimentario Escolar), o la derogación del artículo 5 de la ley de ESI. Estas son las razones por las que necesitamos un movimiento estudiantil secundario (y de todos los niveles educativos) independiente de la cooptación del estado y sus organizaciones.