Educación

1/4/2020

Vigilancia sobre el trabajo remoto de los docentes

La educación no es una planilla de Excel: nuevas resoluciones para escuelas técnicas durante la cuarentena.

Néstor Policaro, el director de Educación Técnica de la Ciudad de Buenos Aires, envió el lunes a las autoridades de los institutos de su dependencia una Comunicación Oficial con 13 puntos que plantea que “Resulta esencial que el personal docente se encuentre debidamente comunicado por medios electrónicos, y asegurarse de que los estudiantes se encuentren trabajando en las tareas encomendadas por las Conducciones Escolares”. La comunicación, que roza el tono de amenaza, no considera que no hay equipamiento informático suficiente para toda la planta docente ni hace mención a las dificultades al acceso a internet de docentes y alumnxs. Tampoco se preocupa por las posibilidades y condiciones materiales y psicológicas en las que se encuentran docentes y alumnxs en el cuadro de la situación extraordinaria que se atraviesa.


La comunicación mencionada insta a “las Regencias, Jefatura de talleres y Jefes de Laboratorio” a “velar por el estricto cumplimiento del trabajo remoto por parte del personal docente” y explicita que se llevará a cabo una evaluación al finalizar el aislamiento obligatorio sobre el trabajo de los docentes que se hará “prestando especial atención a aquellos casos en que obren presentaciones y/o denuncias que pudieran formular los padres de los estudiantes”.  Es decir, una política de persecución a docentes que deben dar clase de manera remota a estudiantes que en una gran mayoría de los casos no llegaron a conocer y mucho menos a diagnosticar. Muchas clases prácticas ni siquiera habían comenzado.


La esencialidad planteada de la educación, con la excusa de que se trataba de la forma de garantizar guardias presenciales mínimas para otorgar viandas y atender los comedores escolares, es, en realidad, una manera de monitorear la presencia online de lxs docentes. Sin tener garantizados recursos físicos ni pedagógicos, lxs docentes deben hacer “como si” enseñaran, entregando actividades a alumnxs, muchxs de lxs cuales no habían llegado a conocer y, mucho menos, diagnosticar. Para la Dirección Técnica lo importante no es que lxs estudiantes aprendan, sino que lx docentes justifiquen su sueldo fichando en Google Classroom u otras plataformas. 


En estos términos, queda claro que el objetivo de la Dirección Técnica no es el acompañamiento de los estudiantes ni de los docentes sino la regimentación de lxs trabajadorxs. Las mismas medidas amenazadoras se reportaron también en las áreas de educación Artística. 


Las instancias virtuales pueden utilizarse para mantener de alguna manera el vínculo con la escuela, pero no puede ser obligatoria para ninguna de las partes, ni eliminatoria para el alumnado. Las herramientas tecnológicas pueden utilizarse una metodología complementaria al desarrollo de las disciplinas y de las herramientas pedagógicas pertinentes a cada una, pero no reemplaza -ni puede hacerlo- la modalidad presencial. La agrupación Tribuna Docente rechaza esta amenaza a lxs docentes, más fuerte en aquellas áreas con menor nivel de organización sindical, que atenta contra sus derechos y profundiza la desigualdad en el acceso a la educación de lxs alumnxs.