A las patronales, subsidios. A los estudiantes, la cana

Para los que se niegan a aceptar que la democracia no es otra cosa que una envoltura de la dictadura del capital, el ejemplo de la lucha estudiantil por el boleto debiera, por lo menos, hacerlos reflexionar.


Las patronales


Los empresarios del transporte, que en realidad se limitan en lo esencial a un puñado de grandes monopolios, realizaron paros en los horarios nocturnos y amenazaron extenderlos a los fines de semana. La medida, que es ilegal porque no asegura los servicios mínimos, es tolerada por el gobierno nacional y el de la Ciudad, quienes están dispuestos, además, a ceder. La lista de reclamos tiene como punto principal la entrega de un subsidio fijo por unidad, que según las patronales debe ser de entre 900 y 950 pesos mensuales.


El gobierno nacional aceptó entregar un subsidio mensual de 22 millones de pesos, es decir un gasto anual de aproximadamente 240 millones. Los fondos para dicho subsidio saldrán de los ingresos adicionales que deje la tasa al gasoil, que aumentó de 5 a 8 centavos; es decir que los subsidios los paga el usuario, ya que las petroleras han trasladado el aumento de la tasa al precio de venta.


Sin embargo, las patronales insisten. Por un lado no quieren que los subsidios sean embargables (por los juicios de usuarios que sufrieron accidentes de tránsito) y por el otro pretenden que se imponga un aumento del boleto. Como lo dice Página/12 (14/06), “estos reclamos acompañarían el pedido de aumentar el precio del boleto a pesar de la concesión de los subsidios”. Al mismo tiempo el gobierno decidió extender los subisidios a las empresas que manejan las concesiones de los trenes metropolitanos.


Conclusión I: El gobierno negocia con las patronales que hacen un paro ilegal, satisface sus reclamos sin poner como exigencia el levantamiento del paro, les otorga subsidios que deberán ser pagados por los consumidores y prepara un nuevo aumento del boleto.


Los estudiantes


El movimiento estudiantil viene batallando por un boleto de 5 centavos para todo el transporte, para que el pago del boleto no sea por adelantado y para que rija los 7 días de la semana y las 24 hs del día. Los estudiantes realizaron un proyecto de declaración que fue aprobado por la Legislatura de la Ciudad, realizaron marchas con centros de estudiantes de la Capital y el Gran Buenos Aires a la Secretaría de Transporte y se entrevistaron con las autoridades.


De la entrevista no surgió ningún compromiso más allá del señalamiento de que era muy difícil implementar el boleto estudiantil por la crisis del sector. Los estudiantes respondieron a su turno que el boleto estudiantil se convertía en una cuestión vital dado el aumento de la miseria y la desocupación, ya que los estudiantes en una gran proporción no pueden afrontar el gasto de su traslado. Se comprometieron a continuar su lucha y a volver movilizados hasta conseguir una respuesta favorable.


En el medio de esta lucha, un estudiante del Mariano Moreno, militante del Centro de Estudiantes del colegio, fue agredido por los servicios de inteligencia que después de marcarle la Triple A en el pecho (ver nota) le dijeron “dejate de joder con lo del boleto”. La agresión a un estudiante del Moreno no es casual, ya que el Centro estaba organizando un festival por el boleto para el viernes 14.


Conclusión II: El gobierno que le da subsidios a las patronales que hacen paros ilegales y que a pesar de esto continúan con el paro que perjudica a los trabajadores que pagarán dicho subsidio, lanza a sus “grupos de tareas” contra la juventud estudiantil que reclama el boleto estudiantil para poder seguir asistiendo a clases.


Vamos por el boleto


El movimiento estudiantil tiene una gran trayectoria de lucha por el boleto estudiantil. Hoy la realidad impone que de su conquista depende la educación de miles de jóvenes. Por eso las marchas por el boleto se empiezan a dar en todo el país, como ya sucedió en la Capital, en el Gran Buenos Aires y en Salta. La lucha por el boleto va acompañada por otros reclamos elementales, como son las becas y el funcionamiento de los comedores escolares y universitarios.


Conclusión III: Hay plata para darle los subsidios a las empresas pero no para el boleto, según el propio gobierno. Es decir que el boleto se puede conseguir si se moviliza masivamente el movimiento estudiantil. La Fuba, la Fulp, los centros de estudiantes universitarios deben sumarse a la lucha junto a los estudiantes secundarios. En una lucha conjunta quebraremos a los grupos de tareas y al Estado que los cobija.