Adentro las mujeres; que se vayan los fascistas

La ‘movilización’ reaccionaria que ha lanzado la ‘comunidad’ del Colegio Monserrat contra la resolución de la Universidad Nacional de Córdoba, que permite el ingreso de chicas al Colegio, pegó un nuevo salto: en la tarde del jueves 15, los padres y profesores del Monserrat organizaron una ‘sentada’ frente a la Facultad de Derecho de la UNC, en la que participaron numerosas alumnas de colegios católicos para protestar contra el ingreso de mujeres al Monserrat.


Con la ‘sentada’, la Curia (que hasta ahora manipulaba la ‘movilización’ reaccionaria de los docentes, padres y alumnos del Monserrat, pero que se mantenía en un discreto segundo plano), ha tomado la cuestión en sus propias manos y ha pasado a la ofensiva. Como resultado del alboroto armado por los curas, “la Cámara de Senadores (provincial) postergó para la semana próxima la aprobación de un proyecto de declaración suscripto por todos los bloques que expresa el beneplácito (…) por consagrar el carácter mixto del Colegio Monserrat” (La Voz del Interior, 16/5).


El carácter reaccionario de esta ‘movilización’ clerical salta a la vista si vemos los antecedentes de quienes la encabezan: según acaba de denunciar públicamente la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad de Córdoba (ADeIUC), dos de los principales personajes que impulsan la ‘movilización’ del Monserrat tienen un carácter fascista y revistieron como colaboradores de la dictadura militar.


Según la ADeIUC, Jorge Gabetta, presidente de la Asociación de Docentes del Monserrat, “tuvo injerencia en la seguridad de la Universidad Nacional de Córdoba, durante la intervención del Proceso (…) tuvo participación en la confección de la lista de docentes, no docentes y estudiantes, los que posteriormente fueron separados o tuvieron otros destinos (es decir, que fueron secuestrados y asesinados en La Perla y en los otros ‘centros de la muerte’ que manejaba el asesino Luciano Menéndez) (y) se autodenomina fascista e induce a sus alumnos al saludo hitleriano”.


Los docentes universitarios cordobeses denuncian también que “Marta Slebert de Pautasso, titular de la Asociación de Padres (…) se identifica como adherente a la ideología y la práctica fascista”. La ADeIUC recuerda que “su esposo fue expulsado de la UNC mediante juicio académico (por su) colaboración dentro de la Universidad, con las fuerzas represivas de la dictadura militar, cuando Pautasso era secretario académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades” (La Prensa, 18/5).


Como se ve, los dirigentes de la ‘movilización’ del Monserrat practicaban su tan promocionado ‘humanismo’ en los campos de concentración, entre capuchas y picanas.


El prontuario fascista y represivo de los dos principales dirigentes de la ‘movilización’ contra el ingreso de chicas al Monserrat confirma lo que denunciamos en Prensa Obrera hace una semana. Aunque la Curia, las trenzas profesorales y los padres del Monserrat hagan demagogia con la “defensa del programa humanista y del plan de estudios del Colegio”, esto no pasa de ser una cubierta para rechazar el ingreso de las mujeres. Estos cavernícolas se oponen al ingreso de mujeres porque “com-prende(n) muy bien que es un golpe al oscurantismo educativo”.