Avellaneda: Irrumpe la ‘Asamblea estudiantil’

A partir de las reuniones de los “Docentes Autoconvocados”,  estudiantes de varios colegios de la zona nos encontramos y comenzamos a discutir la necesidad de poner en pie al movimiento estudiantil de Avellaneda, contra la ofensiva del gobierno y de sus leyes impuestas por el Banco Mundial.


En Avellaneda, apenas un par de colegios se encuentra organizado en centros de estudiantes. Pero a través de una amplia recorrida, logramos interesar a muchos compañeros en la organización de sus colegios. Así, llegamos a un primer plenario de estudiantes, donde se sumaron compañeros de doce colegios. Entre ellos, las Medias 3, 9 y 7, el Longobardi, la ENCA, el Simón Bolívar, el Palaá, el Gallardo y la Escuela de Música Popular de Avellaneda. El principal planteo del plenario fue organizar a los colegios desorganizados, e informarlos respecto de la Ley Federal de Educación y sus consecuencias.


Se constituye la “Asamblea”


En ese plenario, se suscitó un debate con el MUS (Ptp), que planteó la formación de una “pro-FES” basada en “un representante por escuela”,  que además debían estar organizadas en Centros de Estudiantes. El planteo conducía a la exclusión del 80% de los compañeros presentes, que habían concurrido, precisamente, para abrir un rumbo de organización en sus escuelas. Rechazado este planteo burocrático, el plenario resolvió constituir la “Asamblea Permanente por la Formación de los Centros de Estudiantes de Avellaneda”, abierta a la participación de delegados, activistas y centros de los colegios de la zona. La “Asamblea” votó una declaración constitutiva —ver recuadro— y movilizarse el día 18 hacia la Casa de la Provincia de Buenos Aires, junto a “Autoconvocados” y Suteba de Avellaneda.


La ‘Asamblea’ copa el Puente Pueyrredón


El día 18, nos enteramos que Suteba había cambiado el horario de la marcha a la Capital (de las 18 a las 13), en un evidente intento por vaciarla. Autoconvocados y la Asamblea Estudiantil resuelven mantener la convocatoria original. Así, y luego de varias horas de agitación en la Plaza Alsina, la “Asamblea” emprendió el camino hacia la Capital. Más de doscientos estudiantes, junto a un grupo de docentes y padres, marchamos  a pie durante dos horas. En el camino, tuvimos que enfrentarnos al aparato represivo montado para parar la movilización. Pesó más nuestra posición de repudio al gobierno que sus métodos de intimidación.


En un posterior plenario, la “Asamblea” ratificó su política de organización del movimiento secundario, con las siguientes resoluciones: a) Impulsar un petitorio con nuestras principales reivindicaciones y entregarlo en el Consejo Escolar de Avellaneda con una gran movilización; b) editar un boletín de la Asamblea, que sirva como herramienta de clarificación y organización; c) aprovechar el petitorio para recorrer todos los colegios, promoviendo la elección de delegados y formación de Comisiones pro Centro.


La UJS de Avellaneda seguirá comprometida en darle un verdadero rumbo de lucha a todo este nuevo proceso de ascenso en el movimiento estudiantil.