Estudiantiles

29/12/1994|435

Cierran carrera e Instituto de Formación Docente

El gobierno está mostrando (por si alguna duda cabía) que en la ley federal de educación no hay ambigüedades. Las ilusiones acerca de sus aspectos progresivos se están derrumbando como un casti­llo de naipes. El gobierno de la provincia de Buenos Aires acaba de decidir el cierre de institutos superiores de formación docentes estatales. Las carreras a cerrar son las siguientes: Psicopedagogía, Estimulación Temprana, Jardín de Infantes, Capacitación Do­cente, Retardo Mental. En todos ‘ los casos, los beneficiados con la decisión gubernamental son los institutos privados de formación docente, en especial los de la Igle­sia, que han surgido como moscas en el último período.


La decisión de cerrar los esta­blecimientos estatales encaja exac­tamente con el propósito de poner en manos de la iglesia a los jardines maternales. Las escuelas diferen­ciadas ya están siendo abandonadas a su suerte por la ausencia de profesionales especializados, de­bido a los sueldos miserables que el gobierno les paga y por la promo­ción de escuelas privadas diferen­ciadas, sostenidas con subsidios de IOMA. Las escuelas de adultos, dado que la matrícula está constituida por hijos de trabajadores o trabajadores no son rentables, razón por la cual el gobierno pretende cerrarlas.


Por otra parte, el gobierno empezará a ejecutar la resolución 17000, que consiste en cerrar cur­sos con menos de 20 alumnos o reducir a la mitad las horas cátedra que les corresponden. Así se per­derán de 30.000 a 40.000 horas cátedra, dejando en la calle a do­centes preceptores y a auxiliares.


La medida adoptada por el go­bierno se produjo en el receso esco­lar. Sin embargo, eso no impidió que en medio de un calor infernal trescientos docentes y estudiantes de los institutos se movilizarán a la Torre 1, anexo de la Dirección Ge­neral de Escuelas.


Los docentes y alumnos que se autoconvocaron (ya que la burocra­cia de SUTEBA brilló por su ausen­cia y saboteó la movilización) deci­dieron elegir una comisión proviso­ria integrada por representantes de todos los institutos y ampliar la lucha a todas las ramas de la educa­ción. Esta lucha ya nos está demos­trando, no sólo la tendencia que el gobierno imprime a la reforma educativa, sino la resistencia tenaz por parte de los docentes y el movi­miento estudiantil.