Estudiantiles

30/10/1998|606

Declaración nacional de la UJS

La crisis capitalista internacional está produciendo una verdadera catástrofe social. Todos los políticos del sistema, llámense Menem, Duhalde, De la Rúa, Chacho Alvarez o Meijide, coinciden en que debe ser el pueblo explotado el que cargue con ella, a costa de más despidos y desocupación, caída del salario y destrucción del sistema estatal de educación y salud.


Es que, para los capitalistas, la crisis no es sólo el momento de desplazar al competidor más débil y monopolizar el ‘mercado’ sino, y por sobre todo, la oportunidad de avanzar en la liquidación de las conquistas populares. Detrás de la crisis no sólo está la prueba de la incapacidad de los capitalistas de gobernar sino también un interés social definido. La crisis no es un fenómeno natural sino social, ante el cual no cabe la resignación sino la lucha.


Fuera la ‘reforma educativa’


Bajo la pedante denominación de ‘reforma educativa’ se concentra uno de los principales ataques contra la juventud: desmantela el sistema público de enseñanza, destruye la escuela secundaria y elimina los títulos, impide el libre ingreso a la universidad, carga so-bre la propia población trabajadora el sostenimiento de la educación procediendo a su completa privatización.


La juventud ya ha dado su veredicto sobre esta ‘reforma’. En todo el país, las movilizaciones se repiten desde hace años exigiendo su derogación. Es necesario profundizar todas las iniciativas de organización y lucha, creando los centros de estudiantes en cada colegio, las coordinadoras en cada ciudad y proponerse el objetivo de poner en pie una federación de estudiantes secundarios de todo el país. Este es el camino para organizar una gran huelga general educativa que mande de una vez por todas esta ‘reforma’ a la basura.


La necesidad de prepararse para la huelga general está a la orden del día. Las políticas de buscar una solución a partir de ciertas combinaciones parlamentarias han fracasado. Lo tuvo que admitir la propia Ctera, que perdió un año apoyando no sólo a la Alianza sino inclusive a la propia Decibe y que va a terminar las clases sin conseguir un peso de aumento. Por eso, planteamos la necesidad de un plan de lucha y la huelga general por la derogación de la ‘reforma’, por la triplicación del presupuesto educativo y por la reorganización de la educación bajo la dirección de los trabajadores y la juventud.


Que se repartan las horas de trabajo


Si hoy la desocupación ya es monstruosa, la ola de despidos actual pone al desnudo el callejón sin salida que significa este sistema social. Un régimen que no puede asegurar el trabajo a sus explotados debe desaparecer.


En las condiciones actuales, para la juventud es una tarea casi imposible conseguir trabajo. Por otro lado, los que lo hagan deberán someterse a un régimen laboral esclavista con sueldos miserables de 200 o 300 pesos. Las patronales pretenden usarnos contra nuestros padres, reemplazándolos por jóvenes con salarios mucho menores.


La UJS plantea, frente a esta situación, una salida: que se repartan las horas de trabajo disponibles entre todos los trabajadores y desocupados con un sueldo equivalente al de la canasta familiar. Mientras se procede a esto, que se otorgue un subsidio al desocupado de 500 pesos para asegurar la supervivencia de la familia obrera.


Por una organización político-reivindicativa y socialista de la juventud


Nuestra salida no puede depender de los partidos del sistema. El PJ y la Alianza son nuestros verdugos, representantes de los banqueros y las grandes patronales. Son los que han dejado en libertad a Videla y Cia. y ahora quieren liberar a Pinochet, los que aplican la ‘reforma educativa’ y destruyen todas las conquistas populares.


Para conquistar nuestra salida, es necesario que la juventud se organice en forma independiente de los partidos capitalistas, en una organización que luche bajo las banderas del socialismo y el gobierno de los trabajadores.


Esta es la tarea del conjunto de los explotados y, fundamentalmente, de la clase obrera. Es por eso que nos dirigimos a todas las organizaciones de los trabajadores y de las masas para que rompan con los partidos del sistema y constituyan una organización independiente de los explotados de este país, un partido obrero, que luche contra el capitalismo, por un gobierno de los trabajadores.


Para impulsar esta lucha, y para que los jóvenes seamos protagonistas de este proceso fundamental es que realizaremos el próximo 14 de noviembre nuestro IIIº Congreso Nacional, al cual convocamos a participar a toda la juventud combativa de este país.