Defendamos al Centro de Estudiantes, Defendamos al Agite

La brutal ofensiva dirigida contra el Centro de Estudiantes del clegio Tomás Guido ha llegado a su punto culminante; después de la represión policial sufrida por los alumnos cuando manifestaban en contra de la regimentación, la rectoría del colegio ha decididio desconocer a la Comisión Directiva (algo que ya venía sucediendo parcialmente) y lanzarse sin el menor disimulo a una encarnecida “caza de brujas”.


El Centro del Tomás Guido y El Agite, la agrupación que lo dirige, han sido desde hace dos años el referente permanente de todo el estudiantado de la zona, no solo por la enorme vitalidad que desplegaron hacia el interior del colegio (numerosas charlas y debates; la edición regular de un boletín; la realización de taleres culturales, actividades deportivas y campamentos que reunieron a cientos de compañeros) sino tambén por el papel que desempeñaron como motor del movimiento general contra la Ley Federal.


La destrucción de la organización de los estudiantes del Guido es evidentemente un paso necesario para despejar el camino a los planes oficiales; esto explica la dimensión de la “cruzada” que han puesto en marcha las máximas autoridades escolares del distrito, la rectoría e incluso la propia municipalidad: bajo la cobertura “legal” de una circular que data del gobierno alfonsinista cuyo reconocimiento equivale a la desaparición lisa y llana de cualquier organización, se ha desatado una campaña “terrorista” que combina el macartismo y la difamación con la represión directa.


El aspecto más pérfido de este embate contra el conjunto del estudiantado y su organización gremial, es que pretende ser presentado como una lucha contra la injerencia del Partido Obrero en el colegio, lo cual justificaría incluso la acción de la cana (el propio vice-rector “centroizquierdista” declaró esto al canal 4 de San Martín en pleno “procedimiento”). El argumento hondamente antidemocrático y derechista, desconoce que las posiciones que la UJS ha conquistado en los Centros registran simplemente la maduración y el desarrollo de joven vanguardia y que por lo tanto lejos de ser una fuerza ajena al movimiento estudiantil nuestra corriente es la expresión conciente de las tendencias combativas que anidan en el movimiento estudiantil.


Las renovadas denuncias de la lista patrocinada por la intendencia y el PJ contra la politización del centro contribuyen a clarificar el caracter menemista del bloque anti-Agite al que se ha sumado en calidad de cómplice la agrupación “Sopa” orientada por Patria Libre.


La intervención policial en la sentada del lunes 10 ha abierto una instancia decisiva no solo para este colegio, sino para todo el movimiento estudiantil de San Martín. Defender al Centro y a su Comisión Directiva debe ser la causa de todos.