El Estado sostiene al 90% de las privadas

Paralelo a los hechos ocurridos en el Monserrat, el Consejo de Educación Católica (Consudec) emitió un duro comunicado acusando al gobierno de “ejercer presiones extorsivas sobre las escuelas privadas”. La respuesta de la titular de la DIPE (Dirección de Institutos Privados de Enseñanza) volvió a revelar que “el 90% de los institutos de enseñanza privada en la provincia (en manos del clero en su inmensa mayoría) se sostienen con el aporte estatal y que nueve de cada diez, perciben el cien por ciento de los recursos necesarios para su mantenimiento” (La Mañana, 8/5). El gobierno habría recortado los subsidios correspondientes a grados de menos de treinta alumnos.


Existe una dura lucha entre el clero y el gobierno, porque la reducción de costos educativos ordenada por los técnicos del Banco Mundial, amenaza recortar los generosos subsidios que recibe el clero. La jerarquía eclesiástica plantea, además, absoluta libertad para imponer un cambio clerical en los contenidos de la enseñanza en ‘sus’ establecimientos, algo que el gobierno ya le otorgó: “la DIPE no indica cómo se debe gestionar una escuela porque esto es facultad de la entidad propietaria” (ídem).