Estudiantiles

26/11/1998|609

Golpe del gobierno y de la Alianza en el Mariano Moreno

El martes 9 asistimos al episodio más bochornoso de la historia del movimiento es­tudiantil del Moreno. Los estudiantes fueron prácticamente obligados a ‘votar* en una pa­rodia de elección de centro en la Preceptoría, llevados y custodiados por un sector de los preceptores y por el interventor (“Rector normalizador”), con una sola lista oficialis­ta, sin junta electoral y sin fiscales.


Fueron las autoridades las que propiciaron la pseudo elección, un sector de los preceptores y profesores los que las impulsaron en las aulas, con la presencia, incluso, de funcionarios del gobierno capitalino, cuadros del Frepaso y la Franja, en un clima de verdadera intimidación hacia los estudiantes. Todo fue ilegal y fraudu­lento, producto de la violencia y la imposición de una fracción reaccionaria del colegio apañada por el ‘aparato’ de las autoridades.


Las ‘urnas’ estuvieron todo el tiempo a merced de una sola lista y de los preceptores. No hubo fiscalización del comido ni del escru­tinio por la Junta electoral, que había sido previamente desconocida.


Es que este golpe se gestó antes, el viernes 6, mientras se realizaban normalmente las elecciones legítimas, con la junta electoral votada por el cuerpo de delegados, con los fiscales que correspondía, convocadas por el verdadero centro de estudiantes.


Un sector de 4° y 5° año, al grito de Ademm, Ademm (la lista de las autoridades), con mé­todos vandálicos, a las piñas y empujones, golpeando a chicos de 1° y 2°, con la abierta complicidad de algunos preceptores y el inter­ventor, pasó por encima de todo el mundo, irrumpió, pateó las urnas e interrumpió la elección el viernes 6.


La Junta electoral y el Centro suspendieron las elecciones por falta de garantías, e impulsa­ron una investigación de los hechos, para reconvocarlas en condiciones democráticas.


Entonces la lista ‘aliancista’ desconoció a la junta electoral, e impuso el ‘golpe de estado’ y la falsa elección, organizándola con las autoridades, con el método de las patotas burocráticas y de las dictaduras.


De este golpe de mano sólo puede surgir un engendro, agente del Interventor y las autoridades. Un aborto. Pero no un centro que represente los intereses de los estudiantes del colegio.


La explicación de este golpe de mano es que el gobierno y la Alianza quieren desactivar al movimiento estudiantil del Moreno porque es un estorbo para aplicar, el año próximo, la reforma educativa en la Capital. El Moreno estuvo, como el Buenos Aires, el Otto Krause, el Pellegrini, a la vanguardia de la moviliza­ción que impidió este año la aplicación de la reforma delarruista. De allí, la relación de estos hechos con las sanciones en el ‘Pelle’ y el Buenos Aires y con la política del radical Sanguinetti contra el centro del Buenos Aires.


El Centro de Estudiantes y el Frente de Lucha, agrupación que dirige el Centro, im­pugnaron el golpe de mano, denunciaron los hechos ante la Secretaría de Educación de la Capital y el Ministerio de Educación y han lanzado una campaña para que el conjunto de los estudiantes, los padres, la Cooperado­ra, los profesores y preceptores democráti­cos, y el movimiento estudiantil secundario de conjunto, impidan este golpe a la organi­zación de los secundarios y se convoquen elecciones democráticas sin la injerencia del rector normalizador.