El miércoles 6 se impuso, en las elecciones para el Centro de Estu­diantes del Mariano Moreno, el Frente de Lucha Estudiantil (FLE), en el que participan los compañeros de la UJS, y fue reelegido presiden­te Nicolás Rapanelli. Este triunfo se dio en el marco de furibundos ataques contra el FLE, de parte del rector-interventor Lucio Sánchez (un radical mandado por la inten­dencia de la ciudad) y de una parte de los profesores. En esta situación apareció, dos semanas antes de las elecciones, una ‘nueva agrupación’, PHALE (Partido Hagamos Algo por los Estudiantes), diciendo que era la única lista independiente y con una campaña con mucha ‘joda’. Se puede decir que el FLE triunfó contra el macartismo, la campaña sucia y la despolitización. La propia ´izquierda’ (Mst y Pa­tria Libre, que salieron últimos) concentró sus ataques en el FLE, no en la acción derechista.

El FLE levantó el centro, sacó una revista, organizó el cuerpo de delegados, transformó al colegio en un referente de los estudiantes que se movilizan, impulsó importantes luchas, la unidad del movimiento estudiantil, la participación en la Coordinadora de Estudiantes Se­cundarios, la concurrencia a la Pla­za de Mayo y las ollas populares en las huelgas genérales, la realización de una gran jornada en el 20″ aniver­sario de “La Noche de los Lápi­ces”, la lucha contra la ‘reforma educativa’ y el ‘examen de egre­so’; y la defensa permanente de los intereses y reivindicaciones de los estudiantes. A tal punto, que dos días después de las elecciones, se eligieron delegados en una gran can­tidad de cursos y se hicieron reunio­nes para concurrir al Congreso de Bases de la Coordinadora de Estu­diantes Secundarios, tal cual lo ha­bía votado el cuerpo de delegados en una reunión previa a las elecciones. Las elecciones de centro ratificaron toda esta lucha y el mandato del cuerpo de delegados.