A principios de abril, luego del levantamiento del paro docente, comenzaron las clases en Río Negro. En numerosos secundarios, el inicio se dio en un marco de extrema precariedad en cuanto a las condiciones de infraestructura educativa. En el cuadro general de la capitulación del gremio docente, el Consejo Provincial de Educación se desentendió de los reclamos por falta de elementos básicos para dar clases (tizas, pizarrones, sillas, bancos) y de condiciones elementales de higiene y confort (baños obstruidos, ratas, falta de gimnasios). No contaban con la reacción estudiantil.

En el colegio 16 faltaban sillas y mesas. La ‘solución’ de las autoridades consistió en resolver que 2 cursos por día no tuvieran clase, para que la sillas existentes alcanzaran para los restantes. El pasado viernes 18 por la mañana, aprovechando que el gobernador Verani y sus ministros estaban en Roca, los chicos del 16 se movilizaron hacia la Delegación del CPE, a exigirle al ministro de Educación, Otero, solución para este problema. Desde allí enviaron delegaciones a los otros secundarios, para que los acompañen sumando sus propios reclamos. Luego de permanecer toda la mañana sin ser atendidos (Verani y su comitiva ‘gambetearon’ la movilización y suspendieron un acto que iban a realizar frente al CPE), los estudiantes resolvieron marchar hasta la municipalidad y esperar allí al gobernador.

Cuando éste hizo su arribo al municipio, a las 18,30, muchos chicos del colegio 16, del 1, del 13, del 9; de la ENET 1, de la ENET 2 y del Nocturno 32, estaban todavía “haciendo el aguante”. La respuesta del gobernador a los reclamos de los jóvenes fue una retahíla de insultos y provocaciones, para entrar al municipio de un portazo. Los chicos se quedaron afuera, esperando a una delegación que había entrado a dialogar con Otero, y fueron blanco de los insultos y agresiones de la patota de lúmpenes que habitualmente acompaña al gobernador. La agresión se complementó con seguimientos, amenazas y aprietes generalizados durante el fin de semana.

El lunes 21, los secundarios convocaron a una Asamblea Abierta con padres y docentes, para resolver los pasos a seguir. Dieron una verdadera clase de organización democrática de un movimiento de lucha (sería bueno que lo tomasen en cuenta los dirigentes de la UNTER). La Asamblea votó:

• Realizar el martes 22 una Conferencia de Prensa en el Colegio 13 para refutar los insultos de Verani y reafirmar los reclamos estudiantiles.

• Concurrir el miércoles 23 a los Tribunales, acompañados por la Comisión local de DD.HH., a presentar cargos contra el gobernador por las amenazas, seguimientos y agresiones recibidas; convocar el jueves 24 a una movilización en repudio a las agresiones del gobierno y en defensa de la escuela pública, gratuita y laica.

Todas estas medidas se llevaron adelante en el marco de una creciente movilización estudiantil, y recibieron amplia cobertura periodística y muestras de solidaridad de toda la población. El debate estudiantes-Verani fue el tema excluyente de los programas periodísticos de las emisoras locales, y hubo un aluvión de llamados telefónicos apoyando la lucha estudiantil.

El jueves por la noche, más de 700 secundarios, junto a padres y docentes, nos movilizamos por las calles de Roca.

Al cierre de esta nota, el debate sobre la derogación de la Ley Federal de Educación y la necesidad de construir los Centros de Estudiantes en todos los colegios estaba instalado en todo el movimiento secundario.

Como decía el volante que repartió la UJS en la marcha: “Por este camino no hay Veranis ni patotas que puedan detener nuestra lucha”. Esta historia sin dudas continúa.