Los triunfos de la Unión de Juventu­des por el Socialismo en las elecciones de los centros de estudiantes del Otto Krause, Raggio, Normal 3 y Enem 5, sumado al importante avance del Fren­te de Lucha (agrupación integrada por la UJS e independientes) en el Nacional Buenos Aires, son una clara demostra­ción del giro político e ideológico que se está – desarrollando en la juventud se­cundaria

Estos datos políticos no son una nove­dad de las últimas semanas. Por el con­trario, son la expresión de un año de grandes luchas que no sólo se destaca­ron por su combatividad sino, fundamentalmente, porque se desarrollaron contra un gobierno de la llamada ‘oposi­ción’ aliancista de De la Rúa. Por este simple hecho, la Franja Morada (juven­tud de la UCR) y el Frepaso desaparecieron del panorama electoral y de los cen­tras. En el Nacional Buenos Aires, esta debacle llevó a que la propia Franja Morada no se presente a las elecciones del centro, armando una maniobra para desconocerlo.

El valor político que tienen estos triunfos es que muestran que estas lu­chas, que se desarrollan en oposición a los partidos y políticos del sistema, no son canalizados por las tendencias ‘apo­líneas’, independentistas’ y ‘apartidistas’ que militan en el movimiento estudiantil. Los triunfos de la UJS muestran, por el contrario, que la juven­tud se empieza a volcar a las tendencias que plantean librar una lucha política basada en la estrategia de la unidad con la clase obrera. La debacle de los ‘independentistas’ quedó clara en el Buenos Aires. Allí, la agrupación PYA, que el año pasado rompió con el Frente de Lu­cha alegando que en él estaba una orga­nización política como la UJS, terminó este año realizando un frente con el PTP, es decir con una organización política, que ya fue menemista, lopezrreguista y que ahora hace gala de un pinochetismo’ vergonzante.

Él acierto de la UJS debe buscarse, justamente, en haber tratado de explo­tar al máximo esta tendencia. Durante todo el año defendimos la unidad del movimiento estudiantil de la Capital con el del Gran Buenos Aires, por su caracte­rística claramente más proletaria. Esto fue resistido por las corrientes pequeño- burguesas del movimiento estudiantil con la complicidad de la izquierda. En cambio, la UJS defendió esta unidad y puso sus energías en desarrollarla a tra­vés de la formación de los centros de estudiantes en cada colegio, lo que signi­fica un salto en la estructuración política y organizativa del movimiento estudian­til. Nuestra actividad no sólo se limitó a los colegios antes mencionados. En otros colegios, aunque no logramos formar los centros, sí pusimos en pie agrupaciones con sus boletines, que son un paso previo para la formación de los centros.

El valor que tienen estos triunfos para la UJS es que reflejan que, en estos colegios, conquistamos la adhesión mayoritaria para nuestro programa. Aho­ra, queda por delante convertirlos en centros de referencia para enfrentar el año de luchas que tenemos por delante.

El gobierno de De la Rúa ha tomado debida cuenta del peligro que significa el desarrollo de la organización estudian­til. Por eso ha lanzado una campaña fascista para bloquearla. En el Moreno, por ejemplo, esto se manifestó en un ataque abierto contra el centro y la ten­tativa de organizar otro;, ‘paralelo’. En estos momentos está desarrollándose una lucha en defensa del centro de estu­diantes y de su independencia frente al Estado y las autoridades (ver nota).

El otro gran desafío es el del Gran Buenos Aires. Duhalde, más adelanta­do que De la Rúa, con una batería de resoluciones antidemocráticas, prohi­bió las elecciones de centros en los últi­mos meses del año. Según sus estatu­tos, sólo pueden realizarse en la prime­ra parte del año. Se trata de una medida antidemocrática que repudiamos, pero que pensamos aprovechar. En el inicio del ‘99, la UJS se lanzará a formar los centros de estudiantes en la provincia y a derogar de esta forma todas las trabas que impiden nuestra libre organiza­ción.