La rectoría del Colegio Nacional de Mercedes sacó de la manga un nuevo reglamento que establece que a partir del año 1993 los alumnos deberán concurrir al establecimiento con camisa blanca o celeste, corbata roja, zapatos, abrigo al tono y para Educación Física, remera blanca con la inscripción CNFA (Colegio Nacional Florentino Ameghino), para “recuperar la identidad del Colegio”, según lo destaca la revista La Ventana Nº 9, 11/92, vocero de la rectora Barreneche.

El cumplimiento de las nuevas disposiciones empezó a encontrar la resistencia de los alumnos del Nacional y del proceso de movilización de la juventud en Mercedes, que traspone los límites de la escuela.

Cada jueves se realiza en Mercedes, la Marcha del Silencio por el esclarecimiento de la violación y el asesinato del hijo de una familia explotada y de denuncia del papel encubridor de la policía y la justicia. Estas marchas cuentan con una creciente adhesión de los jóvenes.

La declaración de guerra de la Barreneche (amenaza de expulsión “a todo alumno que concurra a esas marchas y nombre a la escuela nacional”) recibió no sólo una gran resistencia de parte del alumnado. Un sector amplio resolvió organizarse bajo el nombre de “Juventud Unida”.