Los estudiantes secundarios fueron un componente decisivo de la marcha del 20 de junio. Decenas y decenas de banderas de colegios ocuparon todos los sectores de la enorme columna que partió de Plaza Congreso. Muchos de ellos, particularmente de regionales del Gran Buenos Aires y de algunas localidades del interior de la Provincia, estaban integrados en las columnas docentes, pero con carteles propios de sus Centros estudiantiles.

De la Capital se destacaron, por su masividad, la columna del Nacional Buenos Aires, el Pellegrini, el Otto Krause, el Huergo, el ILSE, el Liceo 9, el Avellaneda, el Instituto Vocacional de Arte, los colegios de Flores —el Calviño, el Urquiza, el Cortázar, el Fader—, el Cuba.

El Moreno encabezó la columna de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios junto a los colegios de Florencio Varela, con una bandera de su propia Coordinadora, y activistas de colegios de San Martín, Norte y Ramos Mejía. En varios colegios se destacó también la participación de docentes, no encuadrados en las delegaciones de la Ctera.

Se destacó, en particular, la participación de los Normales, con la presencia muy masiva de estudiantes y de numerosos profesorados, encabezados por un cartel “¿futuros docentes, futuros ayunantes?”. Aparecieron también varios contingentes de colegios privados, buscando sumarse al movimiento estudiantil.

La gran presencia secundaria no apareció a la hora del acto. No hubo ningún orador del movimiento secundario ni ninguna referencia a la necesidad de la unidad docente estudiantil y de quebrar la regimentación y represión en numerosas escuelas. Debido a esto, las columnas secundarias se fueron retirando a medida que se desenvolvía el acto.