Estudiantiles

10/10/1996|514

Por un Congreso Estudiantil de Base

La FES es una farsa

El sábado 7 de setiembre se for­mó la autodenominada ‘FES’ (Fe­deración de Estudiantes Secunda­rios) llamada por la “mesa de cen­tros convocantes” de los colegios Hermitte, Bellas Artes, Emet 3, Normal 7, Comercial 19, Otto Krause, M. Acosta y Bandera Ar­gentina. Los métodos de la ‘cam­paña’ por el Congreso presentan tantas irregularidades que es nece­sario detenernos en ellos.


En primer lugar, esta ‘Mesa’ permaneció secreta hasta la sema­na anterior al Congreso. El volante convocante se repartió en muy po­cos colegios, obviando a otros muy importantes: el Mariano Moreno, Nacional Buenos Aires e incluso la coordinadora de Estudiantes Se­cundarios.


Es extraña, pero no por ello me­nos evidente, la intención de estos colegios por realizar un Congreso en la semiclandestinidad. El motivo es claro: el Ptp había sido repudiado anteriormente, en asambleas estu­diantiles, por sus métodos burocrá­ticos para la organización (o regimentación) del movimiento estu­diantil, por eso organizó este ‘con­greso’ con apenas ocho colegios para formar un sello ficticio, cuya única intención es subordinar al movi­miento estudiantil al centroizquier­da. Por eso el Congreso se realizó a 30 cuadras del colegio Hermitte, lu­gar donde estaba citado, en un club privado y con matones custodiando la puerta. Al presidente del centro del colegio Mariano Moreno, junto a la delegación de la Coordinadora, se les prohibió la entrada y fueron ame­nazados con llamar a la policía si no se retiraban.


La discusión por lo que se sabe, fue casi inexistente; entre las reso­luciones figuran la crítica a “la pri­vatización de la soberanía na­cional”, sin decir una palabra acerca del propósito fundamental de superexplotar a la clase obrera y fortalecer al capitalismo nativo. También reitera que “brega por el respeto… a la democracia”. Es­tas resoluciones reafirman el nacio­nalismo burgués propio del Ptp.


El estatuto fija dos cuestiones claves, que son la ‘justificación’ para hacer el Congreso en forma divisionista: 1) Los delegados son designados y no son revocables, es decir que no son elegidos por nadie; y si no hay asambleas que elijan delegados no sólo es anti-democrático sino que no hay ningún tipo de campaña, de desarrollo y moviliza­ción que dé una base sólida al Con­greso y lo transforme en algo pro­gresivo de por sí. 2) La ‘FES’ se limita a la Capital Federal, y aten­ción por que éste es el punto más divisionista de todos; se les prohíbe el derecho a votar y formar parte de la comisión directiva a los compa­ñeros del Gran Buenos Aires por no ser de Capital (!). Gran Buenos Ai­res es el sector que más sufre la represión policial, la desocupación y que, sin embargo se ha organizado en centros de estudiantes, algunos colegios participan de la Coordina­dora y hace años que se movilizan junto a nosotros en defensa de la educación y contra la represión. La construcción de una organización seria del movimiento estudiantil es una tarea que no puede dejar afue­ra a estos miles de compañeros.


Pero como el Ptp no pretende formar ninguna organización seria, ni mucho menos, ha garantizado en este ‘congreso’ la repartija de los cargos y su inamovilidad (los delega­dos no son revocables), nombrando “coordinador general de la Fe­deración de Estudiantes Secun­darios” al presidente del Hermitte, lo cual refleja el alcance microscópi­co de esta ‘Federación’; con la Co­


misión de Prensa se quedó el centro de estudiantes del Avellaneda, con la particularidad de que el Avellane­da no votó en ningún momento par­ticipar de ella, por lo que la dirección frepasista concurrió al ‘congreso’ con un mandato trucho. “Los cen­tros de estudiantes que se inte­gren a la FES tienen la posibili­dad de incorporarse a la mesa directiva en el próximo congre­so de delegados, con fecha tope en noviembre de 1997″ (!), es decir que nada alterará la composición de la mesa directiva hasta dentro de un año y dos meses.


En la marcha de La Noche de los Lápices, la FES intentó subordi­narse a la burocracia de Ctera y la FUBA, que habían llevado las co­lumnas más pequeñas a la marcha, pero pretendían arrastrar la movi­lización al Palacio Pizzurno bajo la consigna (vacía de contenido) de “los lápices siguen escribien­do”; la Coordinadora se mantuvo firme en marchar a Plaza de Mayo, como históricamente se ha hecho, en reclamo del castigo para los ase­sinos, y así se hizo.


Por la campaña por el Congreso Nacional de la UJS, los secundarios resolvimos en el plenario del sába­do 5 de octubre, en relación al movi­miento estudiantil, impulsar desde la Coordinadora un Congreso Estu­diantil de bases, y no un selló vacío, que tenga delegados elegidos en asambleas donde participen todos los sectores del movimiento estu­diantil, de Capital y Gran Buenos Aires. Este Congreso está plantea­do para principios de noviembre y nuestra campaña se basa en la reco­rrida de colegios, la formación de centros de estudiantes, la discusión de nuestras reivindicaciones en asambleas para desarrollar un mo­vimiento de estudiantes secun­darios capaz de hacer frente a este régimen opresor.