Secundarios y terciarios de Mar del Plata se movilizan por el boleto estudiantil

El 11 de mayo, miles de secundarios ganaron la calle frente a la Municipalidad para exigir la entrega de los pases escolares. Las empresas, con la complicidad de la comisión de transportes, vienen bicibleteando la entrega de carnets tramitados y pagados por unos 20.000 estudiantes (que permiten una rebaja del 50% de la tarifa). La entrega de pases provisorios (que las empresas no reconocen) les permite a éstas ahorrarse los 35 centavos de re­baja. Esto les ha reportado, en 50 días, unos 350.000 pesos.


La bronca de los chicos superó la iniciativa de la FES (Federación de Estudiantes Secundarios, dirigida por el centro-izquierda); frente a la levan­tada, inconsulta y por los medios, de la movilización prevista para el 18/5, columnas de varias secundarias y téc­nicas volvieron a colmar el municipio desde las 8 a las 15 horas, confluyendo con una importante columna de los terciarios de Artes Visuales. Allí se eligió una comisión, que arrancó una audiencia con la comisión de trans­portes para el 22/5, lo que dio lugar a una nueva movilización. Esta vez se sumaron terciarios de Cerámica, For­mación Docente y Educación Física. La entrevista fue de nuevo arrancada a gritos y los concejales prometieron una respuesta para el 29. Una asam­blea callejera votó una nueva movili­zación para ese día.


La comisión empezó a echar las­tre, entregando 8.000 credenciales, no casualmente entre los colegios secun­darios que más se movilizaron. El ca­mino de los estudiantes está claro: plan de lucha activo hasta arrancar el boleto, asambleas de la FES para unir a todos detrás de este objetivo. Entre los terciarios se ha comenzado a dis­cutir la constitución de una central de estudiantes, con la idea de federarse junto a los secundarios frente a la gran batalla contra la destrucción educa­cional planteada por la Ley Federal.


Provocación


Durante la última movilización, una camioneta policial trató de que­brar el férreo cordón de los estudiantes bloqueando la calle. Luego de esto, una patota de civil detuvo a un mani­festante por falta de documentos. Los jóvenes rodearon tan enardecidamen­te a los milicos que éstos se vieron obligados a liberar al detenido y em­prender la retirada. ¡Así se hace!