Historia

4/10/2007|1012

Con la presencia de Lenin: El Comité Central bolchevique vota la insurrección

Lenin esperaba encontrar una gran resistencia. “Pero sus temores se desvanecieron pronto… en tres semanas el Comité Central había evolucionado considerablemente hacia la izquierda. Diez votos contra dos se pronunciaron por la insurrección. ¡Era una gran victoria!”1.


Cómo se impuso Lenin


La evolución de la cúpula bolchevique traducía a su vez el giro dramático que se operaba en las masas. La catástrofe económica se extendía como una mancha de petróleo. Las privaciones del pueblo eran enormes; colas interminables se formaban todo el tiempo en Petrogrado para conseguir algún alimento o un pedazo de pan (ver recuadro). El gobierno de Kerensky perdía todo apoyo, la guerra no parecía tener fin y sublevaba a los soldados en el frente. “Llegaban al Soviet de Petrogrado”, dice Victor Serge, “delegados que venían de las trincheras y que empleaban un lenguaje conminatorio: ‘¿Hasta cuándo va a durar esta situación insostenible? (…) Si no encontráis una salida vendremos nosotros mismos a echar de aquí a nuestros enemigos, y lo haremos a bayonetazos’…”2.


La radicalización crecía día tras día. Albert Rhys Williams, periodista norteamericano afín a los bolcheviques, relata que el clima era de tensión extrema. La bronca era incontenible. “Paciencia, siempre nos piden paciencia”, le decía a Williams un obrero de Viborg, “¿pero qué han hecho para que tengamos paciencia? ¿Nos ha dado Kerensky más para comer que el zar? Nos dio más palabras y más promesas, ¡pero no nos dio más comida! Hacemos cola toda la noche para obtener algo de carne, pan, zapatos, mientras escribimos como idiotas ‘Libertad’ en nuestras banderas. La única libertad que tenemos es la de ser esclavos y morir de hambre”3.


Entre los campesinos el clima de insurgencia alcanzaba un pico sin precedentes, de guerra civil. Los comisarios de los distritos informan entonces que “la violencia y las ocupaciones de tierras son cada vez más frecuentes”4. Otros indican que “los campesinos se apoderan arbitrariamente de los pastos y de las tierras, impiden las labores, fijan a su voluntad los arriendos y expulsan a los mayorales y a los gerentes”5. Así como los soldados pedían paz y los obreros pan, los campesinos exigían la tierra, y pasaban a la acción directa. El gobierno les respondía con represión. La paradoja era que ese gobierno estaba dirigido, precisamente, por el partido de los socialistas revolucionarios, tradicional representante de los campesinos. “Al sublevarse, el campesinado empuja a los bolcheviques al poder.”6


Para entender el vuelco del Comité Central en favor de la insurrección importa considerar la propia presencia de Lenin en la sesión de ese 10 de octubre. Lenin era el fundador del partido, el maestro de toda una generación de dirigentes bolcheviques y quizás el único que contaba con una autoridad personal indiscutible sobre el resto de los cuadros del Comité Central. La campaña de Lenin a través de sus cartas al Comité central, por otra parte, no había sido en vano. Había preparado el terreno y estaba rematando su trabajo. La renuncia de Lenin al CC, por la negativa de éste a considerar las cartas que enviara desde principios de septiembre, ni siquiera fue considerada, pero le permitió extender la agitación en las filas del partido en favor de la toma del poder. Varios comités locales ya se habían pronunciado a favor de la acción inmediata. Lenin había preparado de esta manera las condiciones para reclamar un pronunciamiento a favor de la insurrección en esta sesión decisiva.


Método


No era la primera vez, desde la Revolución de Febrero, que Lenin reclamaba audaces “cimbronazos” en la política del partido. En algunos de estos casos, los cambios de frente de Lenin podían parecer “exagerados”: sin embargo mostraban su capacidad para armar al partido para una nueva situación, evitando el conservadurismo, y la inercia de las viejas consignas y métodos de una etapa anterior. Lenin “exageraba” muchas veces la fuerza del enemigo. Quería poner en máxima tensión al partido, prepararlo incluso para las circunstancias más adversas. Como Napoleón, “en sus planes más audaces, Lenin siempre tiene en cuenta las premisas menos favorables”, dirá Trotsky en su Historia de la Revolución Rusa. “Resolviendo un problema de estrategia, dotaba por anticipado al enemigo de su propia resolución y perspicacia.”7 Su posición en favor de la toma del poder era la de un estratega que había examinado a fondo el conjunto de la situación.


Los elementos conservadores de la dirección del partido consideraban que aún no estaban dadas las condiciones, proponían esperar porque la influencia bolchevique no haría sino crecer. ¡Pero la influencia de un partido revolucionario crece sólo hasta un punto determinado, luego inevitablemente declina! “Sobre una sola y misma base económica, con la misma diferenciación de clases de la sociedad, la correlación de fuerzas varía según el estado de ánimo de las masas proletarias, el derrumbe de sus ilusiones, el cúmulo de su experiencia política (…) En tiempos de revolución se efectúan con rapidez estos procesos. Todo el arte de la táctica consiste en aprovechar el momento en que más propicia sea la combinación de condiciones”8. En este terreno, según Trotsky, “Lenin constituía uno de los elementos vivos del proceso histórico. Encarnaba la experiencia y la perspicacia de la parte más activa del proletariado. Su aparición en el momento preciso en el terreno de la revolución era necesaria a fin de movilizar a la vanguardia y de ofrecerle la posibilidad de conquistar a la clase obrera y a las masas campesinas. En los momentos cruciales de los giros históricos, la dirección política puede convertirse en un factor tan decisivo como el de un comandante en jefe en los momentos críticos de la guerra”9.


El partido


Quien se dedique a estudiar al bolchevismo como “la emanación pura y simple de una idea revolucionaria”, dice Trotsky, no podrá comprender el contradictorio proceso que lo llevó a dirigir la Revolución de Octubre. “El bolchevismo se desarrolló en un medio social determinado, sometido a diversas presiones, entre ellas la influencia del cerco de la pequeña burguesía y del atraso cultural. Sólo a través de una crisis interna, el partido se adapta a la nueva situación”10. Mientras la dirección titubeaba, los cuadros locales, los comités regionales, los dirigentes de los distritos obreros reclamaban la insurrección.


El partido, como no podía ser de otro modo, estaba atravesado por las contradicciones de las masas revolucionarias, por sus tradiciones y sus prejuicios, por su propia historia, por la rutina y por la tendencia a la acción. Lenin se había apoyado en la base del partido durante la crisis de abril. Lo mismo hace en la crisis de septiembre y octubre. La estrecha vinculación del partido con las masas, su tradición revolucionaria, combinadas con la autoridad política de Lenin en el momento clave de ascenso de la revolución, permitieron superar las vacilaciones de la dirección. Por eso ganó Lenin y por eso el 10 de octubre el Comité Central resolvió oficialmente poner la insurrección armada en el orden del día.


Sin embargo, la fracción conservadora de un sector de la dirección pensaba aún quemar un último cartucho en una última tentativa por frenar la insurrección, que estimaba todavía una aventura. Kamenev y Zinoviev, viejos compañeros de Lenin, militantes del partido durante años, votaron en contra de la resolución y publicaron, al día siguiente, un llamado dirigido al partido para evitar la insurrección armada. La discusión iba a llegar ahora a niveles dramáticos. Lenin pedirá su expulsión del partido. Trotsky, mientras tanto, encaraba los preparativos de la insurrección en su condición de líder del Soviet de Petrogrado.


 


Notas



1. León Trotsky, Historia de la Revolución Rusa.


2. Victor Serge, El año I de la Revolución Rusa.


3. Albert Rhys Williams, Through The Russian Revolution.


4. León Trotsky, Historia de la Revolución Rusa.


5-6. León Trotsky, ídem anterior.


7. León Trotsky, Lecciones de Octubre.


8. León Trotsky, Clase, partido y dirección.


9. León Trotsky, ídem anterior.


10. León Trotsky; Historia de la Revolución Rusa.