A quién beneficia la quiebra de los Estados en Medio Oriente

A quién beneficia la quiebra de los estados en Medio Oriente


El imperialismo discute cómo detener el irrefrenable avance de los islamistas del EIIL hacia Bagdad

Milicianos del grupo yihadista “Estado Islámico de Irak y el Levante” (EIIL) tomaron Mosul, la segunda ciudad de Irak y avanzan hacia Bagdad, la capital. Ya habían ocupado Fallujah y gran parte de las provincias occidentales a principio de año, a la vez que dominan el noreste sirio.

EIIL nació como grupo armado en la guerra contra Estados Unidos. Se fortaleció luego del retiro de las tropas norteamericanas en 2011 y de los ataques del gobierno central irakí a la minoría sunita. En su momento se replegaron al bando rebelde en la guerra contra Al Assad en el país vecino Siria, principalmente financiados por Occidente y Arabia Saudita. El dominio, en relativa tranquilidad, que consiguieron en el noreste sirio, sumado a las fuentes de ingresos (cobran impuestos y ocuparon varias refinerías petroleras y plantas eléctricas) les permitió volver a ocuparse del frente irakí, por eso desde principios de año avanzan desde el noroeste hacia la capital ocupando ciudades clave y generando un continuo estatal en la frontera Siria-Irak.

El régimen político irakí, asentado en un precario acuerdo entre chiítas, sunnitas y kurdos, ha estallado. El gobierno central de Bagdad no logra siquiera juntar quórum para decretar el Estado de Emergencia. En el ejército se han producido decenas de miles de deserciones. “En Mosul el ejército desapareció”, comentan los habitantes (New York Times, 14/6). Los kurdos, que ya manejaban cierta autonomía territorial (noreste), ven la oportunidad de reforzar su territorio con tropas autónomas, e incluso ocupar la ciudad norteña de Kirkuk (baluarte petrolero que es, a la vez, reclamada como su capital “ancestral”). Los turcos, del otro lado de la frontera, desearían armar un corredor petrolero propio.

Irán convocó a Estados Unidos a un “frente único antiterrorista” y ya envió sus brigadas a defender Bagdad. Al Assad, el presidente sirio, dijo al diario Al Akhbar que “occidente está empezando a cambiar su postura con respecto a nosotros (gobierno sirio) y a ver que somos los únicos que luchamos contra el terrorismo”. Pero Estados Unidos-Irán enfrenta la oposición de Arabia Saudita a este acuerdo, pues es enemigo acérrimo del régimen de los ayatollahs y financia al EIIL y a grupos similares.

Obama, por su parte, resiste un regreso de las tropas norteamericanas e incluso condiciona los bomabardeos contra los islamistas a la formación de un gobierno de unidad nacional en Irak -imposible. El imperialismo compensa su fracaso estratégico con la completa confusión que reina en las organizaciones de izquierda y combativas. Es lo que aprovecha también el estado sionista para avanzar en su ‘limpieza’ de palestinos.


Federico Kleiner