¡Abajo la represión del gobierno masista! ¡Viva la lucha del pueblo de Achacachi!

Declaración de la organización Socialismo Revolucionario, de Bolivia

Socialismo Revolucionario


Socialismo Revolucionario repudia y denuncia la represión brutal del gobierno del MAS a través del aparato represivo del Estado a la población de Achacachi, la persecución política a dirigentes  y el posterior encarcelamiento de activistas.


 


El día domingo [17 de septiembre] a las 6:00 am aprox. el gobierno de Evo Morales movilizó a un aparato policial  de más de 1.600 efectivos con órdenes de “despejar” los puntos de bloqueos de Cúcuta que resguardaban los pobladores de Achacachi en demanda de la renuncia inmediata del alcalde masista Edgar Ramos, acusado de corrupción, y respaldado por Evo Morales desde el primer momento. 


 


Se trata de la crisis del régimen masista en una de las ciudades donde se halla una parte de la base social que lo llevó al poder, y que en su momento fuera el inicio de la caída del Goni [el ex presidente Sánchez de Losada], y que hoy pone contra la pared al gobierno masista.


 


La consecuencia de esta represión fue la golpiza y humillación a varias personas, en su mayoría mujeres, que hoy se hallan incomunicadas bajo “detención preventiva”. Datos oficiales afirman que son 47 personas en diferentes dependencias policiales, acusadas de “asociación delictuosa y atentado contra la seguridad de los servicios públicos y los servicios de transporte” a manos de un juez que en menos de lo que canta un gallo abrió las causas a todos los detenidos. Cuando en la información recolectada se ve cómo la provocación viene de la policía que comienza a gasificar a mansalva. La represión se dio dos días después de que Evo Morales y el gobierno del MAS aceptaran comenzar una mesa de negociación mediada por la Iglesia y el Defensor del Pueblo. A esta represión salvaje, se suma la violencia desatada a manos de la policía ayer [18 de septiembre] en el centro de La Paz contra las madres de Achacachi que cortaban una calle y la detención de tres activistas.


 


La careta de Evo


 


Mientras Evo Morales da vía libre a la represión en Bolivia, en Venezuela hipócritamente posa frente a medios internacionales sosteniendo un afiche que dice ¿Dónde está Santiago Maldonado?, el joven desaparecido hace casi dos meses en condiciones represivas similares a las de Achacachi por la Gendarmería del gobierno de Macri, cuando bloqueaba una ruta junto a la comunidad mapuche  por la liberación del líder mapuche Facundo Jones Huala y  por la recuperación de las tierras usurpadas por  el capital extranjero amparado por el Estado argentino.


 


Represión y crisis capitalista


 


Las órdenes de represión del gobierno del MAS hacia los pobladores de Achacachi, así como la introducción de militares en el Tipnis -que tiene la intención de asegurar la construcción de la carretera que representa intereses sociales de las transnacionales petroleras ajenos a las necesidades de las comunidades que habitan el territorio indígena- se da en un momento en que en Bolivia se incuba la crisis del régimen producto de la bancarrota mundial del capitalismo. La caída de los precios internacionales de las materias primas abrió paso a una crisis fiscal que el gobierno del MAS intenta resolver mediante más endeudamiento con el capital financiero internacional chino, lo que significa mayor dependencia; ajustes a los trabajadores (tarifazos, bajos salarios); recortes de los presupuestos de la universidad pública y gratuita abriendo paso a la privatización; y con una reforma laboral que forma parte de la agenda del gobierno nacionalista indigenista, que se manifiesta en la “reestructuración” de la estatal Comibol, lo que daría paso a que los trabajadores mineros pierdan todos los derechos acumulados y despidos masivos. Estamos frente a una nueva edición de la “relocalización” que se realizara en el apogeo del “neoliberalismo” capitalista pero esta vez bajo un gobierno “indígena”. 


 


En el proceso de crisis del régimen político y social, la represión a Achacachi, adelanta el método con el cual el gobierno de Evo Morales pretende afrontar las luchas sociales que surgen del agotamiento político de su gobierno y la defensa de la propiedad privada de la clase capitalista dominante del país. 


 


El libreto del imperialismo


 


El fracaso del llamado “proceso de cambio” y del “capitalismo andino” enarbolado por el nacionalismo indígena le ha dado tribuna a la derecha reaccionaria que hoy se viste de “indígena” y “democrática”, y apunta al gobierno masista caracterizándolo de “dictadura”, “totalitarismo” o “socialismo autoritario”. Ni lo uno ni lo otro.


 


La derecha no es democrática ni el gobierno es una dictadura, sino que estamos frente a una operación política que tiene como objetivo desplazar a uno para que suba el otro, y hacerse del poder político para sostener el mismo régimen clasista de explotación. Ambos, la derecha y el MAS, han convivido durante más de una década para proteger sus intereses sociales históricos y el régimen político y social de explotación de los trabajadores y opresión de las comunidades indígenas. El libreto de la “resistencia democrática” vs “dictadura” es el libreto del imperialismo que la derecha reaccionaria levanta en el continente. Venezuela es testimonio de esta maniobra política. Los trabajadores están llamados a luchar y mantener en resguardo la independencia política y de clase; así como de no dar ningún apoyo al gobierno masista. Opongamos a estas maniobras,  que no tienen una variante social distinta sino que existe una comunidad de intereses capitalistas idénticos, los intereses inmediatos de los trabajadores y por un gobierno obrero y campesino.


 


Tanto la derecha oligárquica como el masismo no han tenido ningún empacho en que los bancos amasaran fortunas y se han dado el medio del lavado de dinero del narcotráfico, y que las transnacionales extraigan el gas boliviano rumbo a inflar los intereses de las petroleras como Shell, Petrobras, Total Andina o Total Francesa. La oligarquía separatista que en el 2007 intentaba llevar al país a una guerra civil, en una década con apoyo del MAS y Evo Morales siguió concentrando las tierras y produciendo a mansalva soja para la exportación. El vínculo con el gobierno proveyó a la CAINCO, órgano de la reacción, de varios beneficios que incluyen créditos, legalización de tierras, ampliación de la frontera agrícola, etc. Y que han enriquecido como nunca a los terratenientes.


 


Socialismo Revolucionario llama a los trabajadores, indígenas y obreros, frente al régimen político en crisis del gobierno masista y su respuesta de reprimir, a combatirlo con el método de la movilización permanente, y en consecuencia con la construcción de una alternativa obrera y socialista.


 


-Alto a la persecución política de dirigentes de Achacachi.


 


-Renuncia inmediata del Alcalde masista Edgar Ramos.


 


-Libertad ya de las más 47 personas detenidas injustamente.


 


-Fuera la derecha de las luchas sociales.


 


-Que la crisis capitalista la paguen los capitalistas y la burguesía “indígena” que se enriqueció en una década.