Para quienes caracterizan que el movimiento nacional checheno es una criatura del imperialismo para desmantelar el “espacio socialista”que sobrevive a la restauración capitalista en Rusia, deberá sonar desafinado enterarse que los servicios secretos alemanes han provisto de información al ejército de Putin en la guerra contra Chechenia.

Sin embargo es lo que informa el Frankfurter Allfemaine del 8 de abril. Según el diario, “el jefe del servicio de inteligencia exterior, el BND, August Hanning, había viajado a la zona de guerra en Chechenia. Los informes también señalan que la agencia está sospechada de dar importante información a Rusia sobre el terrorismo internacional. El vocero del gobierno, Uwe Karsten Heye, declinó confirmar o negar que los alemanes hubieran ayudado a los rusos en la guerra en Chechenia, citando reglas secretas que estarían bajo la jurisdicción de un comité parlamentario”.

“Sin embargo, Heye dijo: ‘Hablando abstractamente, es comprensible que los servicios de inteligencia compartan información en relación al combate contra el terrorismo internacional mundialmente’. El coordinador de la inteligencia gubernamental, Ernst Uhrlau, confirmó que Rusia había remitido un pedido al BND.”

Todo esto confirma el apoyo, desde sus propios intereses, del imperialismo mundial a Rusia en la lucha contra el movimiento nacional checheno. Es una colaboración que se extiende desde el patrullaje conjunto en Kosovo y, por lo tanto, en el bloqueo internacional a Yugoslavia, hasta la creciente integración de la banca mundial en los negocios de petróleo y minería en Rusia, o en el financiamiento de Estados Unidos al desmantelamiento de las arcaicas instalaciones nucleares rusas. La disputa de intereses entre los restauracionistas rusos y sus competidores seguirá y se pondrá a rojo vivo, pero no como consecuencia de una victoria nacional chechena sino de su derrota.