Internacionales

14/12/2021

ESTADOS UNIDOS

Amazon: tornado, muertes y superexplotación obrera

La empresa siguió operando en medio del alerta meteorológico y seis trabajadores fallecieron.

El viernes y sábado pasado, una serie de tornados golpeó duramente a Estados Unidos, dejando decenas de víctimas. Entre ellas, seis trabajadores de Amazon que fallecieron en Edwardsville, Illinois, debido a los destrozos causados por una tormenta sobre el almacén que la firma posee en dicha localidad.

A pesar de que, según referentes sindicales, había advertencias de la llegada del tornado, el lugar siguió funcionando hasta minutos antes de los hechos, cuando los trabajadores (los choferes que hacen entregas) recibieron alertas en sus celulares para que acudieran al lugar a guarecerse.

Pero a su vez, el sitio no contaba con un refugio específico ni con un sótano (Qartz, 13/12). La agencia Reuters (14/12) informa que a varios trabajadores les indicaron que se protegieran en los baños o sus adyacencias. El almacén destruido no tenía los niveles de seguridad adecuados pese a estar ubicado en una zona de tornados, por la que ya pasaron más de una decena en los últimos veinte años.

“Esto nunca hubiera pasado si se preocuparan por la vida por encima de la productividad”, reprochó la hija de uno de los fallecidos en un posteo en las redes sociales (BBC, 13/12).

A su vez, en una fábrica de velas aromáticas de Kentucky, Mayfield Consumer Products, ocho trabajadores fallecieron. Previamente, al menos cinco empleados le habían pedido a la patronal poder salir de sus trabajos para refugiarse en sus domicilios, lo que les fue denegado (Intelligencer, 13/12).

El afán insaciable de ganancias de las patronales tiene la voracidad propia de un tornado.

Amazon está en la mira hace tiempo por la superexplotación y vigilancia de su personal. Los conductores, en muchos casos tercerizados, son monitoreados por cámaras (Netradyne) que sondean incluso el movimiento de los ojos. Este programa es la base de un sistema de calificación y sanciones que repercute sobre el salario.

A la vez, la presión para cumplir los ritmos de entrega fuerza a los choferes a orinar en botellas de plástico para ahorrar tiempo.

En los almacenes, hay índices de productividad por hora. Durante el período que va del Black Friday a la navidad, o sea el pico de ventas, la jornada laboral se extiende hasta las 60 horas semanales y son habituales las llamadas a ambulancias ante la descompensación del personal (Business Insider, 18/9).

La rotación laboral es enorme y los jefes deben cumplir con una cantidad determinada de despidos por año, lo que lleva muchas veces a la contratación de gente nada más que para cesantearla y así cumplir los objetivos (ídem).

El dueño de la compañía, Jeff Bezos, es también dueño del Washington Post y promotor del turismo espacial, que lleva al espacio a multimillonarios y celebridades. Horas antes del tornado que golpeó el almacén de Edwardsville, Bezos promocionó en sus redes uno de estos viajes.

El tuit posterior del empresario que afirma tener el “corazón roto” por lo que ocurrió en Edwardsville fue criticado como un acto de hipocresía.

Amazon es una compañía que se ha visto favorecida por la pandemia, debido al crecimiento del comercio electrónico. La precarización laboral y la superexplotación obrera son la base de su fortuna.

Los trabajadores vienen luchando para poner en pie una organización sindical. En Bessemer, Alabama, una consulta para la formación de un sindicato se saldó con una derrota. Pero la Junta de Relaciones Laborales dictaminó a fines de noviembre que, debido a la injerencia de la patronal, aquella debe repetirse.

A su vez, más de 2 mil trabajadores del depósito de Staten Island, en Nueva York, han respaldado con su firma el reclamo de una consulta por los mismos motivos. Como la petición supera el 30% de la plantilla, la elección debería ser convocada por las autoridades laborales. La recolección fue organizada por un grupo de activistas despedidos por reclamar medidas de seguridad frente al Covid-19.

Viva la lucha de los trabajadores de Amazon. Basta de precarización laboral.