Argelia: Las masacres las perpetra el gobierno

“Ningún grupo se ha declarado autor de las matanzas de las últimas semanas”, dice un cable que publica La Nación (31/8). En la reciente ‘carnicería’ de Rais, un villorio a 25 kilómetros al sur de la capital, con 256 víctimas, según “dijeron sobrevivientes, los asesinos para su tarea se tomaron más de cuatro horas”. El International Herald Tribune, que informa lo anterior, dice que “esto refuerza las sospechas de que varias de las atrocidades, oficialmente atribuidas siempre a los ‘terroristas islámicos’, fueron perpetradas, provocadas, o se coaligaron para su ejecución fuerzas que responden al ejército argelino” (5/9). Según un corresponsal español, otra acción reciente “en la que murieron 58 personas” tuvo lugar “tan sólo a 100 metros de un cuartel del Ejército y otro de la Gendarmería” (Masorti, 22/8). El International Herald Tribune destaca, también, que “la mayor violencia se ha producido en los suburbios de Argel, la capital, una región llena de cuarteles militares”(4/9). Quiere decir que se trata de una guerra civil organizada contra el pueblo.


Otro periodista español informa que las matanzas más terribles son provocadas por “Los Exterminadores”, un ‘comando’ que “ha llevado la voz cantante en los últimos cinco años … en el seno del ejército y las fuerzas de seguridad” (La Nación, 24/8). Según este corresponsal, entre las atrocidades que ejecuta el régimen se destacan: “campos de internamiento en el Sahara … prisiones … bombardeos (de poblaciones civiles) con gases y napalm … operaciones de limpieza practicadas con fuerte despliegue militar” (ídem).


El régimen genocida “acusa a los grupos (islamistas) por las masacres, pero no ha permitido al periodismo investigarlas en forma independiente” (International Herald Tribune, 4/9). Por esto, decenas de periodistas integran las listas de ‘desaparecidos’. Organizaciones de derechos humanos han denunciado un año atrás que 432 personas se encontraban en esa situación, tras una “oleada de secuestros efectuados por fuerzas policiales o parapoliciales” desde 1993 (Página 12, 17/12/96).


Además de las masacres, la ‘fórmula’ de la dictadura argelina combina, también, “desaparecidos y cárceles secretas … con una particularidad local: confina a la gente en el desierto y en contenedores” (ídem).


Otros hechos prueban que este genocidio no tiene nada que ver con el macaneo ‘religioso’ o el ‘fundamentalismo’ islámico. El Financial Times (10/9) informa que “ha sido sellada una tregua entre las fuerzas de seguridad y el ala militar del Frente desde hace dos meses”. “El acuerdo fue sellado, dicen esos informantes, a principios del verano … tras haber sido dejados en libertad los líderes del FIS” (ídem). El FIS ha parlamentado reiteradamente con el gobierno, amén de que otros sectores islámicos lo integran y “disponen de ocho carteras” (Brecha, 19/9).