En numerosas manifestaciones y movilizaciones protagonizadas por trabajadores y desocupados en Israel, en las dos últimas semanas, se corea una consigna de una sola palabra: “¡Argentina!”.

 

Los hechos acontecidos en Argentina desde el 20 de diciembre último *”piquetes”, “cacerolazos” y masivas protestas* están dejando un nítido reflejo en la opinión pública israelí. Medios de prensa locales han resaltado los devastadores efectos de la política económica neo-liberal del gobierno encabezado por Sharon y la han calificado como “medidas al estilo argentino”.

 

Pero también en el otro campo, en el de los que luchan, las imágenes que provienen de Argentina han causado una fuerte impresión.

 

En una manifestación de miles de trabajadores, desocupados y habitantes de barrios populares que se realizó el último domingo frente a la sede del gobierno en Jerusalén Occidental, los oradores saludaron a “los luchadores argentinos y a su magnífico ejemplo”.

 

La Coordinadora de Organizaciones en Lucha contra la Desocupación, que convocó a la protesta, incluso repartió decenas de miles de octavillas que tienen por titulo “Tomemos el ejemplo de los argentinos”.

 

En esa manifestación un grupo de jóvenes de la ciudad de Haifa enarbolaron banderas rojas y un largo cartel que rezaba, en hebreo: “¡Buen día, Argentina!”.

 

Pero la consigna mas gritada es “¡Argentina! ¡Argentina!”. La misma fue escuchada en los múltiples cortes de ruta protagonizados por trabajadores de la región del Neguev (sur de Israel) y las manifestaciones de desocupados y minusválidos que a diario se dan cita frente al Parlamento, la Oficina del primer ministro y el Ministerio de Economía con el fin de protestar contra el nuevo presupuesto estatal.

 

Un material de esclarecimiento repartido por los militantes de las organizaciones que luchan contra la desocupación finaliza con estas palabras: “Es cierto que la Argentina e Israel están muy lejanas. Pero la política económica y social de nuestro gobierno es parecida a la del argentino.

 

Si es así, no nos queda otro camino que transcurrir la senda marcada por los luchadores argentinos que combaten por la justicia social”.