Armas ¿Para qué política?

En el curso de la guerra que ensangrenta a los pueblos balcánicos, las milicias de todos los grupos beligerantes, sin excepción, han cometido masacres y atrocidades contra las poblaciones civiles de los restantes grupos étnicos. Esto vale para las burocracias restauracionistas tanto serbia y croata como musulmana. Como socialistas —es decir, como enemigos irreductibles de toda forma de opresión y de violencia contra cualquier pueblo del mundo— repudiamos todas las masacres cometidas contra todos los pueblos de Bosnia —musulmanes, croatas y serbios— y denunciamos a sus ejecutores, las burocracias de Milosevic, Tudjman e Itzebegovich.


Este hecho, de importancia decisiva, es frecuentemente pasado por alto por las corrientes que , como el Mas o el Mst, sostienen la consigna de “armas para Bosnia… para que los musulmanes puedan defender su país”.


El problema central, como siempre, no son las armas sino la política de quienes las empuñan. En las actuales condiciones, “armas para Bosnia” es “armas para Itzebegovich y la burocracia bosnia”, tan restauracionista como las de Belgrado y Zagreb y, como éstas, un residuo del estallido del viejo aparato burocrático-militar del stalino-titismo. La “defensa del país” no es, para los burócratas musulmanes, la de la Bosnia multiétnica, donde la población de las diferentes etnias se había fusionado y convivía pacíficamente; su política es la de un “Estado bosnio musulmán”, que para nacer debe dar lugar, como los estados “étnicos” serbio y croata, a una “limpieza étnica” …en el camino de la restauración capitalista.