Israel está bombardeando masivamente el Líbano —tanto desde aviones y helicópteros como barcos y tanques– con municiones de uranio empobrecido.

La denuncia fue formulada por una de las máximas autoridades en la materia, el norteamericano Doug Rokke, asesor del Pentágono. Esas armas fueron provistas a Israel por Estados Unidos.

El uranio empobrecido es un material tóxico que resulta como subproducto del enriquecimiento de uranio para la fabricación de armas nucleares. El residuo de ese proceso, el uranio empobrecido, se utiliza para la fabricación de proyectiles, masivamente utilizados en el campo de batalla.

El envenenamiento que produce no puede ser erradicado y permanece en la atmósfera por toda la eternidad. Sus consecuencias son terribles: cáncer de pulmones y problemas gastrointestinales, neurológicos, descalcificación de huesos y dientes y leucemia.

Sus efectos no se restringen, claro, al “enemigo”. Usada masivamente en Yugoslavia, Irak y Afganistán por los norteamericanos, hay miles de marines envenenados con uranio. Científicos británicos descubrieron trazos de uranio empobrecido en Europa Occidental, que llegaron allí, desde Yugoslavia, Irak o Afganistán, llevados por los vientos. La población judía no escapará a las consecuencias del bombardeo con uranio en el vecino Líbano.

Desde el inicio de la guerra, Estados Unidos proveyó a Israel de cien bombas con una cabeza de uranio de 2.500 kilogramos cada una.

Las fotografías de tanquistas israelíes cargando rondas de balas de cañón de uranio enruiquecido han sido levantadas de la mayoría de los sitios periodísticos.

Rokke no duda en calificar la utilización de esas bombas como “un inaceptable crimen contra la humanidad”.

Estas bombas de uranio se suman a las bombas "racimo", napalm, fósforo y de implosión, todas ellas prohibidas por las convenciones internacionales.

http://www.prisonplanet.com/articles/july2006/290706deadlydu.htm