Así lo ve la derecha

El gobierno del presidente interino, Roberto Micheletti, aparece completamente contrario a considerar las demandas de Zelaya. Micheletti reclama que Zelaya reconozoca la validez de las elecciones programadas para el 29 de noviembre. De acuerdo al canciller en ejercicio, Carlos López Contreras, el gobierno no tiene la intención de retirar las órdenes de arresto contra Zelaya y el retorno de Zelaya al gobierno no es materia de negociación.

Para el gobierno interino, las elecciones de noviembre son críticas. El gobierno interino está preocupado por la posibilidad de que la cuestión de una Constituyente se vuelva a plantear si lo regresa al poder, y de que pueda interferir en las elecciones programadas, que Zelaya ha calificado de ilegales.

Según el diario español El País, Zelaya ingresó por vía aérea a El Salvador desde Nicaragua en un avión de la fuerza aérea de Venezuela, donde fue recogido por altos funcionarios del Frente Farabundo Martí, el partido gobernante de El Salvador. Aunque no está claro cómo Zelaya llegó a Tegucigalpa desde El Salvador, estos informes dejan en evidencia que hubo un apoyo internacional muy fuerte para permitir el reingreso de Zelaya.

En las Naciones Unidas, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, convocó a una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU. El próximo paso de este impasse podría envolver una mediación de jugadores externos, pero no es claro que Honduras se verá obligada a retroceder de sus propósitos (Strattfor).