Mientras en la Franja de Gaza llovían las bombas de los tanques y la artillería israelí, en el Hotel Sheraton de Tel Aviv, la Cámara de Comercio israelí-latinoamericana realizaba un seminario sobre el “comercio con el Mercosur”. El seminario era un “complemento” a las reuniones entre funcionarios argentinos, brasileños e israelíes que se encuentran negociando la firma de un “tratado de libre comercio” entre Israel y el Mercosur. Las negociaciones y las visitas son una manifestación indiscutible de solidaridad con los masacradores.

 

Según la Agencia Judía de Noticias (9/7), además del “entendimiento de principios”, se ha logrado acordar “la resolución de protocolos, leyes a aplicar y objetivos de la protección”. Según la misma agencia, restan todavía divergencias que continuarán siendo negociadas.

 

Israel y los países del Mercosur vienen negociando este “acuerdo comercial” desde diciembre, cuando se firmó en Montevideo un “acuerdo marco”. La industria israelí es una fuerte subcontratista de grandes empresas norteamericanas, en particular en las ramas aeroespacial e informática. Un acuerdo de “libre comercio” con Israel significaría, entonces, la posibilidad del acceso de esas empresas a los países del Mercosur. Kirchner regatea con el Alca y Chávez lo condena, pero el “libre comercio” con Israel, es una vía para los grandes capitales norteamericanos que reclaman el Alca. Bush avanza metódicamente en su objetivo, con la complicidad de los ‘nacionalistas’ locales. Bush acaba de firmar también un acuerdo de ‘libre comercio’ con Corea del sur, circunvalando a la Organización Mundial de Comercio, que no logra llegar a su Alca mundial. La suma de acuerdos como el que los ‘socialistas del siglo XXI’ pretenden firmar con Israel, es la política de la administración norteamericana.

 

También importa la dimensión política del acuerdo. Se trata de un apoyo político inequívoco de los gobiernos del Mercosur al Estado sionista.

 

El acuerdo se negocia en momentos en que la Corte Internacional de Justicia declaró ilegal el muro que construye Israel robando tierra palestina. Esa misma Corte llamó a los países firmantes de la IV Convención de Ginebra (entre los que se encuentran los países del Mercosur) a “no prestar reconocimiento ni ayuda de ningún tipo a la prolongación de la situación creada por el muro y la ocupación israelí”. Pero ese es el apoyo que están brindando los gobiernos del Mercosur. En cambio, sindicatos de diferentes países, entre ellos Sudáfrica y Canadá, lanzaron una campaña de boicot a Israel hasta que no derribe el muro del Apartheid.