Base militar norteamericana en Paraguay

Quinientos soldados norteamericanos se instalaron en Paraguay para realizar “ejercicios militares”. El despliegue tuvo lugar inmediatamente después de que el Parlamento paraguayo aprobara la completa inmunidad judicial de los efectivos norteamericanos que ingresen en su territorio. Gracias a la nueva ley —que fue mantenida en secreto durante dos semanas— “los soldados no tendrán que responder por los daños que causen a la salud o al ambiente, ni tampoco a los recursos de la población” (Brecha, 8/7).


Los efectivos yanquis realizarán operaciones en la zona de la denominada “Triple Frontera”. El gobierno “nacional y popular” no ha emitido la menor declaración ante esta potencial violación de la soberanía nacional.


Según informa Le Monde Diplomatique, “no se trata de una reiteración de maniobras conjuntas sino de una operación de los Estados Unidos en territorio paraguayo” (reproducido por Brecha, ídem). “En Mariscal Estigarribia, localidad cercana a la frontera con Bolivia, existe un aeropuerto construido por Estados Unidos donde pueden aterrizar aviones B-52 y Galaxy, preparados para transportar grandes cantidades de tropas y armamentos” (ídem).


Por primera vez, los yanquis van a tener una base permanente en Paraguay, es decir en el corazón de América Latina. No sólo es una amenaza directa contra el propio Paraguay sino también sobre la vecina Bolivia, donde la cuestión del control de los riquísmos recursos petroleros y gasíferos ha creado varias crisis revolucionarias. Es también una amenaza directa para Brasil: “Un editorial de la agencia Carta Maior señala que ‘por primera vez tendremos bases extranjeras permanentes en América del Sur, en la región de la usina de Itaipú, la mayor represa del mundo y de cuya energía depende todo el territorio paraguayo y parte del brasileño’…” (ídem). También el norte argentino, naturalmente, estará al alcance del largo brazo del Pentágono.


¡Fuera las tropas y las bases imperialistas de Paraguay!


¡Fuera Bush de la Argentina!