Bolivia: el segundo congreso del PT

Al Segundo Congreso del Partido de los Trabajadores, realizado el último fin de semana de junio en Oruro, concurrieron 400 trabajadores, básicamente delegados de las COD (Central Obrera Departamental) de Tarija, Potosí, Cochabamba y Yacuiba. Al primer congreso, en marzo pasado, habían concurrido no menos de 1.400. La deserción es el resultado de la reciente huelga general.


La consigna central de la huelga -arrancar un haber jubilatorio equivalente al 100% del promedio de los sueldos del trabajador en actividad, contra el 70% vigente- no fue alcanzado, porque la burocracia sindical aceptó la propuesta oficial de que el cálculo de la jubilación se considere sobre la base de los últimos 24 recibos de sueldo, y no 72, y que en el caso de los mineros se haga en base a 30 años de aportes y no 35, dos concesiones casi cosméticas. El 70% quedó intocado y el gobierno impuso el no pago de los días de huelga. Mantuvo, además, su posición de no apoyar financieramente a la mina estatal Huanuni.


"Fuera de temario"


Precautoriamente, la dirección transitoria del PT soslayó el tema de la huelga. El primer punto que debía considerar el II Congreso: la organización de un plan de lucha por el salario -2.000 bolivianos (285 dólares) es el promedio que cobra la inmensa mayoría de trabajadores-, por el trabajo -el 65% de la mano de obra está en negro— la jubilación al 100% y la nacionalización integral de la minería, fue soslayado. También en el congreso fundacional, el plan de lucha solo mereció una frase ritual. La burocracia de la COB impulsa el PT como sucedáneo electoral de un plan de lucha.


Una única resolución


El congreso culminó aprobando una sola resolución: "Consolidar la personería jurídica para participar en las elecciones presidenciales de diciembre del próximo año". La burocracia había propuesto aprobar, en este segundo congreso, una nueva formulación del programa y los estatutos del PT votados en el congreso fundacional de Huanuni, pero los dejó de lado.


Es posible que la conducción de la COB esté evaluando sus alianzas con otros "instrumentos políticos" que surgen de la descomposición del MAS o que dude que el PT pueda llegar a conformarse como un aparato político eficiente para sus propios objetivos políticos.


"Impedimos el cambio de programa"


¿Cuál fue la conducta de la izquierda? Fue penosa. Ha caracterizado, en bloque, que el congreso arribó a una suerte de empate político, porque la dirección del PT finalmente no pudo avanzar en lo que habría sido una reversión de los documentos programáticos originales. Ignoró el fracaso de la huelga general y se felicita de que el congreso no haya sido peor.


Para gran parte de esta izquierda estaríamos asistiendo al parto de un partido obrero basado en los sindicatos, un salto en la intervención política de las organizaciones obreras a partir de su lucha reivindicativa, y no al reacomodamiento de una burocracia colaboracionista.


Para la LOR-CI la huelga general marca "un salto cualitativo en la recomposición y reemergencia de la de la clase obrera boliviana", lo que es falso, como lo prueba el congreso que esta organización saluda porque no salió peor, y que "lamentablemente -dice (este ‘lamentablemente' es un santo y seña del morenismo cuando quiere embellecer a la burocracia)— la dirección del PT subordinó la lógica de separar la intervención sindical… de la necesaria lucha política lo que debilitó la defensa del conflicto frente a los ataques del MAS" (http://www.pts.org.ar).


Si no hubiera subordinado la lógica… La formación del PT, por parte del aparato de la burocracia sindical, no ha resuelto la cuestión de las vías que tomará la construcción del partido obrero en Bolivia.