Brasil: El Congreso de la Cut en vísperas del gobierno Lula

El Vº Congreso de la Central Unica de Trabajadores del Brasil se reunió entre el 19 y el 22 de mayo en un cuadro de grandes acontecimientos políticos.


El “plan de estabilización” económica del ministro Cardoso ha reducido en un 30% el salario mínimo y continúa confiscando mes a mes el poder adquisitivo de los salarios como consecuencia de una inflación mensual del 50 por ciento. El ex zar de la economía, Delfim Netto, calificó a esta confiscación la verdadera ancla de una futura estabilización de precios.


En el plano político, Lula, el candidato del PT e históricamente identificado con la Cut, aventaja holgadamente en la campaña presidencial a su más inmediato perseguidor, el ministro Cardoso. Según todas las encuestas, la ventaja de Lula es de más del 25% (45 a 18), lo cual le alcanza para consagrarse presidente sin necesidad de pasar por el segundo turno electoral.


En tales condiciones, el congreso de la CUT debía hacer frente a la cuestión del plan económico capitalista que ha expropiado significativamente a los trabajadores, pero que además pretende ser el arma política del capital contra la perspectiva de un gobierno Lula. Por otro lado, la CUT tenía frente a sí la propia perspectiva de un gobierno Lula y la relación de este gobierno con los trabajadores. El Congreso tenía lugar pocas semanas después del realizado por el PT, el cual dejó de lado la mayor parte de las reivindicaciones obreras y se dio una política de coalición institucional y gubernamental con la burguesía y los partidos patronales.


Programa


El Vº Concut (apócope de Congreso de la Cut) aprobó unas “tesis políticas”— que fueron presentadas en común por todas las corrientes que militan en la Cut, desde la burocracia hasta el mandelismo, el morenismo y el lambertismo (fracciones trotskistas) con la única excepción de Causa Operaria.


El punto central de estas “tesis”, es la reivindicación de la “experiencia” de las “cámaras sectoriales” con las patronales y el gobierno y su presentación como “modelo” para todo el movimiento obrero brasileño. El Congreso ha sepultado asi la reivindicación de las paritarias y del convenio colectivo, lo cual es altamente sintomático del “pacto social” que la burocracia sindical pretende establecer con los patrones en el marco de un gobierno Lula.


Las “cámaras sectoriales” tuvieron su origen en la industria automotriz y consisten en un acuerdo entre las patronales, los sindicatos y el gobierno sobre precios, salarios, condiciones de trabajo e impuestos. Las “cámaras sectoriales” se establecieron en Brasil a instancias del “ejemplo” argentino del “acuerdo automotriz” establecido hace tres años por Cavallo, Macri y José Rodríguez. Los acuerdos “sectoriales” subordinan los salarios a la aplicación de la “flexibilidad” laboral, reducción de impuestos y protección industrial. Se trata de una alianza de la burocracia y la gran patronal contra los trabajadores y los contribuyentes, ya que la rebaja impositiva no redujo los precios, sino que aumentó los beneficios.


El “pionero” de este tipo de acuerdos fue el presidente del sindicato de los metalúrgicos del ABC, Vicente Paulo da Silva, Vicentinho. Tal importancia le ha otorgado la burocracia de la Cut a estas “cámaras” que Vicentinho fue designado presidente de la Cut en este Congreso. La elección de Vicentinho como presidente de la Cut fue ampliamente saludada por toda la prensa burguesa del Brasil.


La Cut ha votado, oficialmente, entonces, una política de colaboración de clases en el marco de una política de dolarización de la economía y perspectiva de gobierno Lula. Estas “cámaras” nunca figuraron, anteriormente, ni en los programas de la Cut ni del PT y recién fueron establecidas por Collor de Mello a instancias de las propias patronales. La coincidencia en el “modelo de negociación” de las industrias automotrices, que están entre las más integradas del Mercosur, revela su cuño imperialista.


Luego del Congreso, Vicentinho declaró abiertamente que “con Lula presidente es posible un pacto social”. En esta dirección, es importante notar que el programa aprobado en el Congreso de la Cut presenta una coincidencia fundamental con el “programa del gobierno” del PT … las “cámaras sectoriales”. Aloizio Mercadante, del que se asegura que sería el ministro de Finanzas del gobierno Lula, ha declarado en un reportaje a Ambito Financiero que estas “cámaras” serán los instrumentos claves del “gobierno Lula”. Esto significa que la política de éste se apoyará en la política de “productividad” (superexplotación) y subsidios al gran capital. El Congreso de la Cut votó, no un programa de reivindicaciones anti-capitalistas, sino de colaboración de clases, lo que convierte al movimiento obrero en el pato de la boda de un gobierno Lula.


“Dirección de unidad”


Sobre la base de este programa político —“cámaras sectoriales”, “pacto social”, subordinación política del movimiento sindical a la burguesía y al Estado— fue elegida una “dirección de unidad” que está integrada por todas las corrientes que militan en la Cut, con la sola excepción de Causa Operaria.


La lista de unidad se estableció por consenso ya que la dirección de la Cut derogó la representación proporcional hace dos años, en un esfuerzo por “peronizar” a la central obrera. El sector mayoritario de Lula no podía desconocer a las fracciones opositoras, que reunían al 45% de los delegados, pero si las cooptó, lo hizo una vez que les impuso su política.


Liquidación de la oposición


En el Vº Concut, la burocracia logró imponer dos de sus viejos reclamos, que tienen como objetivo la liquidación de toda oposición y de toda presión de las bases sindicales.


La primera medida fue la liquidación de la autonomía política y financiera de las “Cuts regionales”, verticalizando al movimiento obrero a través de los sindicatos nacionales por industria (su próximo paso).


La medida que la complementa es la formación de una “comisión de ética” para juzgar la conducta de los afiliados. Se trata, qué duda cabe, de una medida inquisitorial, que —como lo explicó explícitamente el miembro informante por la burocracia— pretende acabar con las críticas de la oposición a la política de la dirección y con toda acción independiente de ella.


La “izquierda”, que se opuso en bloque contra la “verticalización” de las Cuts regionales votó a favor de la “comisión de ética”; incluso, uno de los prncipales dirigentes del morenismo, Zé María, intervino en el congreso para justificar la adopción de la “comisión de ética” y para criticar al orador de Causa Operaria, que en oposción al “control” de las bases por la dirección, exigía el control de las direcciones por sus bases.


Contra las huelgas


La función política del Vº Congreso de la Cut fue disciplinar al movimiento obrero y sindical al plan económico antiobrero en marcha y a un futuro gobierno Lula. Esta regimentación ya ha comenzado por las “presiones” que “reservadamente está ejerciendo el PT” para que “la Cut dé una tregua en esta fase electoral” (Folha de Sao Paulo, 13/5). O lo que es lo mismo, que la dirección de la Cut imponga al movimiento obrero la aceptación sin resistencias de la confiscación salarial.


Esta es la política con-cre-ta que se ha aprobado en el Vº Concut.