Brasil paga 50.000 millones de dólares en intereses

Emerge el ala del "default"

Que el partido político del vicepresidente José Alencar pida la renuncia del ministro de Economía y del presidente del Banco Central, como sucede en Brasil, solamente se puede explicar por la profundidad que ha alcanzado la crisis económica ante el ostensible fracaso del plan oficial. El lunes, el presidente del Partido Liberal (PL), Waldemar Costa Neto, dijo que el ministro de Hacienda, Antonio Palocci, debería renunciar “por no entender de economía”; además, acusó al presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, de “defender los intereses de los banqueros”.


Lo que sucede es que Brasil es un Titanic a la búsqueda de su témpano. Los intereses de la deuda suman el 9,5% del PBI –unos 50.000 millones de dólares–. De ese total, Brasil consigue pagar la mitad “y el resto lo refinancia con más deuda”, comentó Clarín (15/3). Esto explica que “en Brasil la deuda estuvo creciendo –aumentó 9 puntos del PBI en los últimos tres años–, por el peso de los intereses que se van refinanciando”.


El superávit fiscal récord del 4,25% del PBI que Brasil aparta para pagar la deuda sólo le sirve, como el Titanic, para estrellarse. Pero si aflojara en ese superávit, como quiere un ala de la burguesía, a fin de usar esos fondos para “reactivar”, también generaría una mayor crisis financiera por la reducción de la porción destinada al pago de los intereses.