BRASIL: Reguero de huelgas


La política de ajuste de Rousseff-Levy, acompañada por la oposición patronal en los numerosos estados que gobierna, encuentra una resistencia decisiva en el movimiento obrero y popular.


Una de las expresiones más sobresalientes del ascenso huelguístico lo constituye la docencia, con aguerridas luchas contra propuestas oficiales de aumento que están por debajo de la inflación pronosticada. En el caso de San Pablo, los maestros llevan más de dos meses de huelga, que incluyeron ocho asambleas generales que ratificaron las medidas. El gobierno 'tucano' de Alckmin intenta quebrarla por medio del descuento de los días de paro. En el estado de Paraná, gobernado también por el PSDB, los maestros reemprendieron la huelga general contra el paquete de ajuste fiscal de la gobernación. A comienzos de año, dos meses de huelga que incluyeron la ocupación del parlamento provincial, comités de huelga y marchas de hasta 50 mil personas, habían obligado al gobernador Richa a retirar el proyecto en el que ahora reincide. La represión del 29 de abril, con el despliegue de un aparato de guerra heredado de la Copa del mundo 2014, fue un búmeran que emblocó a las masas con los huelguistas e instaló la demanda de renuncia del gobernador. En el estado lindante de Santa Catarina, los docentes superaron el mes de huelga. Completan el mapa de huelgas magisteriales los profesores de la Universidad Estadual de Maringá (donde también paran técnicos y administrativos), los maestros de Goiana (en el estado de Goias) y Macapá (capital del estado norteño de Amapá), donde gobierna el PSOL.


 


El movimiento obrero industrial ha protagonizado luchas contra las suspensiones y despidos, que en algunos casos -como Volkswagen y General Motors de San Bernardo de los Campos- concluyeron en importantes victorias. Recientemente, una huelga de cinco días de los obreros de Mercedes Benz del ABC paulista frenó 500 suspensiones, aunque se abrirá a mediados de mes una lista de retiros voluntarios. El problema de las suspensiones y despidos ha sido atizado por el Petrolão, que está haciendo estragos en la industria de la construcción: como resultado del corte del crédito internacional -a lo que se añade el recorte de créditos por parte del Banco Nacional de Desarrollo (BNDES)- “media docena de compañías entraron en concurso de acreedores” (Clarín, 18/4). Según fuentes sindicales, hubo más de 25 mil despidos en los últimos meses.


 


Para el 29 de mayo, Conlutas y la CUT convocan -junto a otras organizaciones- a un nuevo día nacional de luchas contra el proyecto de ley de tercerización 4.330, que generaliza la subcontratación y es calificado por muchos como el mayor ataque de la historia contra el movimiento obrero brasileño. Si este proyecto aún no ha sido enterrado, esto obedece a que la central oficialista CUT se niega a convocar a la huelga general.