Los estudiantes brasileros tomaron la posta en la lucha contra los planes de ajuste del gobierno de Temer. Durante los últimos días de octubre comenzó a gestarse un incipiente movimiento de ocupación de escuelas en defensa de la educación pública, ya bastante vapuleada incluso bajo el gobierno del PT con estructuras edilicias destruidas, ahogo presupuestario, docentes mal pagos y una deserción escolar de grandes proporciones que se han acentuado por la crisis capitalista en curso. Durante el último año del gobierno del PT con Dilma se contabilizaron 1,7 millón de jóvenes entre 15 y 17 años fuera de la escuela (15,7%).

Ya son cerca de 1.200 establecimientos tomados y amenaza a cobrar enormes proporciones durante los próximos días. La policía ya fue accionada y está reprimiendo en diferentes estados a todos aquellos que se acercan a las escuelas para prestar su solidaridad y llevar comestibles para los chicos. En la capital Brasilia la justicia expidió un mandato para desocupar establecimientos mediante uso de la fuerza pública, aparte de autorizar el corte de luz, gas y agua de los establecimientos.

En estos días, como producto de la brutal crisis financiera y fiscal del Estado, el congreso brasilero se apresta a aprobar una enmienda constitucional enviada por Temer (PEC 241) que crea un techo para los gastos del presupuesto estatal durante los próximos 20 años. Esto como parte del plan de ajuste que ya está en marcha. La comunidad educativa denuncia que esta conllevará en los hechos a una drástica caída del presupuestario para la educación.

El otro motivo de las ocupaciones es la pretensión de Temer de implementar una reforma (anti) educativa que rebaja los contenidos de los planes de estudio. Con la reforma se establece que el 50% de las materia actuales sean obligatorias ( como matemáticas, portugués, inglés) y el otro 50% optativas ( Sociología, filosofía, geografía), eliminando materias como educación física (en el país que fue sede de la Copa del Mundo y de las recientes olimpíadas). La reforma pretende crear módulos que permitan a los alumnos obtener certificados parciales antes de completar todo el ciclo escolar. Esta llamada “educação profesionalizante” tiene como fin transformar a los jóvenes en aprendices de algún “oficio útil” para las empresas, desalentándolo de adquirir conocimientos generales y humanísticos con la excusa de que con las actuales 13 materias obligatorias el alumno acaba no aprendiendo ninguna.

La lucha se acaba de extender también al plano universitario con la reciente ocupación de la Universidad Federal Fluminense en Rio de Janeiro este 2/11( ya en 2015 esta misma universidad fue ocupada durante 4 meses contra el ahogo presupuestario, el cierre del comedor y el corte de luz de varias de sus sedes).

El método de ocupación de instituciones educativas tuvo sus antecedentes durante 2015 cuando 86 escuelas de Rio fueron tomadas durante 120 días contra el recorte del 9,3% del presupuesto educativo por parte del gobierno PMDB y en adhesión a la huelga docente por aumento de salarios. Pero, fundamentalmente, con los combativos piquetes y ocupaciones de los alumnos paulistas que derrotaron al gobernador Alckmin (PSDB) en sus planes de cierre de 94 escuelas.

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