Bush y los pulpos marítimos contra los portuarios

Desde hace más de 10 días, los pulpos marítimos del Pacífico, organizados en el PMA (Asociación Marítima), vienen aplicando un lock-out contra los más de 10.000 portuarios que trabajan en 29 puertos, en 9 ciudades de la costa oeste, unificados en el poderoso sindicato ILWU (estibadores y portuarios). Desde junio trabajan sin contrato.


La patronal había lanzado un ataque brutal contra las conquistas históricas de los trabajadores, y aún contra la misma existencia del sindicato único; lo planificó con mucho cuidado y tiempo. En mayo se constituyó una comisión secreta con la participación de representantes del gobierno, de los pulpos marítimos, el Secretariado de Trabajo, las fuerzas de seguridad y otros funcionarios, que tenía línea directa a la Casa Blanca (Los Angeles Times, 5/8). “Una estrategia de largo plazo sería dividir la unidad de negociaciones gremiales por puertos. Eso permitiría que haya distintas fechas de expiración de contratos, eliminando la amenaza de acción en toda la costa, y en caso de una huelga, permitiría desviar los buques a otros puertos cercanos.” La estrategia también iba a contemplar el uso de personal militar para ocupar y poner en marcha los puertos “en tiempo de guerra” (ídem).


La patronal quiere que los técnicos que utilicen la nueva tecnología para el manejo de containers no sean miembros del ILWU, que tampoco distribuiría el trabajo diariamente en su sala de contratación como lo hace desde la gran huelga general de San Francisco de 1934.


James Spinosa, el presidente del ILWU, empezó las negociaciones cediendo centenares de puestos a la patronal. Viendo debilidad, los pulpos aplicaron todo su plan y mostraron que no tienen la menor intención de firmar un contrato nuevo. Los trabajadores tienen que pagar por la crisis capitalista, con sus puestos de trabajo, con salarios más bajos y con tercerización.


Este poderoso sindicato – que paró los puertos en apoyo a la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, en apoyo a los manifestantes en Seattle, en apoyo a la lucha por la libertad de Mumia Abu-Jamal (periodista afro-americano, preso político) – , en realidad no tiene plan de lucha. El Afl-Cio (central sindical) no hace más que acciones simbólicas, organizadas con algunos activistas, que protestan frente a los comercios que se benefician con la destrucción del convenio colectivo para los portuarios (como Gap, Wal Mart y Payless Shoes, una cadena de zapaterías).


El lock-out es una provocación para aplicar por parte de Bush la ley esclavista Taft-Hartley (que obligaría a la patronal a levantar el lock-out, pero también a los trabajadores a volver a trabajar sin contrato). Hubo piquetes en todos los accesos al puerto durante todo el lock-out (un sector de maquinistas intentó, sin éxito, entrar a operar las grúas gigantes); por ahora, parece que sólo un minúsculo sector apoyaría una huelga en desafío a la ley Taft-Hartley.