Acaba de arribar a Buenos Aires, como “adelantado” de la visita que Hugo Chávez realizará dentro de dos semanas, el empresario venezolano Francisco Rangel, presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG). La CVG es un consorcio mixto que produce el 85% de la electricidad de Venezuela y juega un papel decisivo en la minería, la siderurgia y el aluminio de ese país. Rangel fue invitado a la Argentina por Kirchner y será “presentado en sociedad” nada menos que por Paolo Rocca, presidente del Grupo Techint, quien viajará especialmente desde Italia para la ocasión.

No se trata de una simple “amabilidad”. Techint está asociado con el Estado venezolano, a través de la CVG, en la empresa Sidor, una de las mayores siderúrgicas latinoamericanas, que fue privatizada en 1997, bajo el gobierno de Rafael Caldera.

Sidor – controlada por el pulpo internacional Tenaris a través del Consorcio Siderurgia Amazonia (integrado por las empresas Hylsamex, Tamsa, Grupo Techint/México, Siderar, Grupo Techint/Argentina, Usiminas de Brasil y Sivensa de Venezuela) – acaba de ser salvada virtualmente de la quiebra gracias a la refinanciación de su deuda, impulsada por el gobierno encabezado por Chávez.

El Estado venezolano era el mayor acreedor de Sidor, por un monto de 800 millones de dólares; la mayor parte de esa deuda (600 millones), provenía del incumplimiento por parte de Techint-Amazonia del contrato de privatización. El Estado venezolano renunció a cobrar más de la mitad de la deuda, aceptando que su participación accionaria en la empresa aumentara del 30 al 40%; al mismo tiempo, aceptó cobrar el remanente a un plazo de 15 años (mientras que a los bancos acreedores se les pagará en 8 años). También fueron “pateadas” a 15 años las deudas de Sidor con sus proveedores estatales venezolanos. El “esfuerzo” financiero del quebrado Estado venezolano no sólo beneficia a la Sidor sino también a los bancos acreedores, encabezados por el Citigroup y el Deutsche Bank.

Para mayor beneficio del grupo Tenaris-Techint, la renegociación no sólo incluyó la deuda de Sidor sino también la propia deuda de Amazonia, “que será tratada como si fuera deuda de Sidor” (Ultimas Noticias, 21/3). La renegociación fue avalada personalmente por Chávez, que estuvo presente en la firma de la carta de intención con los bancos y otros grandes acreedores el 30 de julio del año pasado.

Para María Zambrano, ingeniera metalúrgica, ex sidorista e integrante del Movimiento de Ingenieros y Arquitectos por Venezuela, “la reestructuración de la deuda de la Sidor bajo los términos propuestos por el Consorcio Amazonia, dueño del 70% de las acciones de la empresa, ocasionará grandes daños patrimoniales a la república” (ídem).

Así, el nacionalista Chávez, que encabeza un Estado virtualmente en quiebra, ha encontrado los recursos para darle un subsidio fantástico a la multinacional Tenaris-Techint.

En este cuadro, el viaje en simultáneo de Rangel y Rocca a la Argentina es altamente significativo. Dime con quién andas…