El viernes 12 de julio, la asamblea de obreros del acero aprobó la censura al directorio del sindicato Nº 1 de la siderúrgica Huachipato por negarse a defender a los trabajadores ante la amenaza de la gerencia de realizar despidos. Este acontecimiento no tiene precedentes en la acería, porque desde los tiempos del presidente Pedro Briceño (un demócrata cristiano ligado a la dictadura pinochetista), la directiva del Sindicato de Trabajadores de Huachipato se caracterizó por ser la más corrupta de la región. La gerencia no está ajena a la corrupción, pues cada dirigente electo es beneficiado con prebendas tales como el ascenso de escalafón, un automóvil de regalo o gastos de viáticos que superan en valor a su sueldo.

La amenaza de despidos es una presión empresarial a la negociación colectiva. La empresa sufre una crisis económica por la disminución de la venta de acero y por el vaciamiento económico, que ejercen las empresas contratistas que prestan servicios a la compañía acerera. La presidenta del sindicato, Mónica Aguilera (quien asumió el año pasado tras encabezar una lista llamada "los chicos nuevos") denunció en un canal regional de televisión que algunos de los administrativos eran lobbistas de varias empresas contratistas.

El sindicato se quebró entre la presidenta, Mónica Aguilera, y el resto de los dirigentes al no llegar a un acuerdo para enfrentar los despidos. Los seis dirigentes reconocen la crisis de la empresa y afirman que los despidos son inevitables, mientras que Aguilera sostiene que la empresa debe adoptar medidas de inversión y no aceptar los despidos. Ante la imposibilidad de llegar a acuerdos, la asamblea aprobó la censura a todo el directorio por amplia mayoría.

Lo importante de esta censura es que los trabajadores de Huachipato marcan un hito en la lucha de la clase obrera por desplazar a la burocracia sindical. Es un primer paso. Al interior de la planta, la expulsión de los dirigentes reconocidos como burócratas y los negociados de las empresas contratistas se discuten abiertamente y cada vez con más y más antecedentes. Esta censura contra el director fue aprobada por los trabajadores del sindicato Nº 1 de Huachipato el martes 23. Votaron 650 socios sobre un total de 1.215. La opción por el "Sí" a la censura obtuvo 617 votos contra unos escasos 34 de la opción por el "No". Una derrota aplastante de la burocracia, especialmente si se considera que la empresa ejerció una enorme presión previa, ofreciendo retiros voluntarios y arreglos.

Ante las amenazas de la gerencia y la colaboración de la burocracia sindical, los trabajadores acereros no tienen nada que perder. La tarea inmediata es cambiar a la burocracia por nuevos compañeros que se comprometan a defender a los trabajadores, a defender el sueldo y las garantías que tanto esfuerzo han costado. El futuro de la empresa depende de los trabajadores, de su nueva directiva y de que sean electos los mejores elementos. • Terminemos con los contratistas. Pase a planta de todos los trabajadores. • Nivelación de los sueldos y primas entre administrativos y trabajadores. • Fuera la burocracia del sindicato.

Concepción, Julio de 2013