Chile: la lucha estudiantil que no afloja y la crisis política que crece

El 22 de septiembre, nuevamente, más de 150.000 personas ocuparon las calles de Santiago en una nueva marcha convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech). Decenas de miles se movilizaron, además, en las principales ciudades del país en una de las jomadas de movilización más importantes desde que comenzó la lucha estudiantil, hace casi cinco meses, por el fin del lucro y la gratuidad en la educación.

Piñera decidió retomar al llamado diálogo con los estudiantes y aceptó ampliar el plazo de cierre del año escolar (que había sido rechazado inicialmente por el ministro de Educación, Felipe Bulnes), además de comprometerse a evaluar el freno de algunos proyectos educativos enviados al Congreso y analizar la posibilidad de incorporar como proyectos de ley las definiciones que se tomen en las mesas de diálogo. La iniciativa del gobierno se da en el momento en el que hada dentro del movimiento estudiantil se discute fuertemente el levantamiento del paro estudiantil.

La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), Camila Vallejo, señaló que se comenzó a evaluar la opción de volver a clases “al sentir las amenazas y la presión por la pérdida del año y por las becas”, para lo cual reclamó “horarios protegidos para poder realizar las asambleas estudiantiles, las discusiones y el calendario de movilizaciones”. La postura de Vallejo está en sintonía con la de otros dirigentes metropolitanos. El representante de la federación mapuche, José Ancalao, señaló que “Camila está hablando de su federación, pero eso no es ninguna línea que haya salido de la Confech. En la Ufro, por ejemplo, los estudiantes votaron perder el año. Ese es el ejemplo mayoritario”.

La vuelta de los representantes estudiantiles a la mesa de negociaciones tiene como punto central el intento de los estudiantes de influir en el proyecto de Ley de Presupuesto para 2012, que esta semana será enviado al parlamento. Sebastián Farfán, secretario general de la Universidad de Valparaíso, señaló que “el gobierno prometió una fuerte inyección de recursos a partir del próximo año y queremos conocer cómo se va a focalizar.”

Se delinean, entonces, dos posiciones al interior del movimiento huelguista: el de la huelga indefinida (“perder el año”) y el del levantamiento condicionado a que se conceda la libertad de acción dentro de colegios y universidades, así como a la influencia en la determinación del Presupuesto. Las grandes movilizaciones de la semana pasada le dieron primada a la primera posición, pero los aparatos políticos están presionando, fundamentalmente los de la Concertación y el Partido Comunista, para que se imponga la segunda. Vallejos, que se inscribe en la línea del levantamiento, sostuvo recientemente “que ante la negativa respuesta del gobierno, es necesario cobrar esas respuestas en futuras instancias de decisiones políticas, por ejemplo en las elecciones (Elchileno.cl)”, un planteo fogoneado por el PC y los partidos de la Concertación. El levantamiento de la huelga, sin que importen sus características, pondría fin a la lucha contra la educación de lucro.

En este contexto crecen los rumores de una implosión de la Concertación entre la democracia cristiana y las distintas fracciones socialistas. Estas se reunificarían en una sola sigla política, que podría habilitar un acuerdo frentista con el PC una suerte de retomo a la Unidad Popular para reformar la Constitución y operar como contención de los movimientos de masas. Este esquema permitiría justificar el apoyo a que Piñera complete su mandato. El freno al movimiento estudiantil, que se ha extendido a amplias capas de trabajadores, plantea una modificación del cuadro político. La derecha tendería un puente a la democracia cristiana, donde las diferenciaciones políticas no cesan de crecer.

La crisis capitalista como condicionante Las reivindicaciones del movimiento estudiantil contra el lucro en la educación se han encontrado, muy oportunamente, con la bancarrota capitalista mundial. El precio contado del cobre cerró la semana con una baja de 6,42% en la Bolsa de Metales de Londres, su quinta jomada consecutiva de retrocesos y su mínimo en más de un año. Con este resultado, el cobre acumuló una caída semanal del 17%, su peor semana desde diciembre de 2008 (La Tercera.com). El sector manufacturero de China, el mayor consumidor del metal, se contrajo por tercer mes seguido en septiembre. El cobre representa más de la mitad de las exportaciones de Chile.

Este jueves, 29 de septiembre, hay una nueva jornada de paro nacional estudiantil y de marcha, además, se está analizando una convocatoria conjunta con todos los sectores sociales y sindicales, como la CUT. Es el compromiso entre la huelga indefinida y las ocupaciones de colegios y universidades, por un lado, y el levantamiento de la huelga por el otro.