Las gestas callejeras que está protagonizando el pueblo chileno, hace ya casi un mes de rebelión contra el gobierno de Sebastián Piñera, están dando que hablar en los medios de comunicación y en las redes sociales.

A la temeridad y el valor con los que los chilenos se enfrentan a las fuerzas de Carabineros, conocidos por su reputada brutalidad, debemos sumarle el ingenio a la hora de contrarrestar el arsenal represivo del Estado con los recursos a la mano de la población.

Es el caso de la utilización de los punteros laser, recurso novedoso en la realidad latinoamericana, que se han instalado en las movilizaciones y enfrentamientos del pueblo chileno contra el régimen de Piñera.

La explicación está en la utilización del haz de luz de los láseres para encandilar a los agentes que conducen las tanquetas y móviles de las fuerzas represivas.

La implementación de los laser se ha mostrado efectiva para entorpecer el monitoreo aéreo de los helicópteros de los Carabineros, razón por la cual desde las fuerzas oficiales han tenido que salir a señalar que esta utilización de los mismos “constituye un delito sancionado por el Código Aeronáutico, pues supone un riesgo para la seguridad de vuelo y la salud de los tripulantes”.

Otro propósito que se les ha dado es el de derribar los drones policiales que sobrevuelan las movilizaciones. Esto también ha probado su efectividad en la medida que quienes controlan estos dispositivos aéreos pierden el sentido la orientación debido a la incapacidad de visualizar a su alrededor y terminan colapsando caóticamente por los aires.

Esta modalidad se implementó primero en los enfrentamientos populares en Hong Kong y ahora se extiende a nuestro subcontinente para incorporarse como otro recurso de las luchas populares contra la represión del Estado y sus fuerzas policiales. Que viva el ingenio y la creatividad de la clase obrera y los explotados del mundo.