Chile: sigue la huelga docente y se suman los mineros

En medio de la medida de los profesores que lleva ya tres semanas, el gobierno de Sebastián Piñera anunció cambios de gabinete.

La huelga de profesores chilenos sigue firme, con un 80% de acatamiento.


En su tercera semana consecutiva, la lucha docente confluye ahora con la de los mineros del norte del país, que llevan ya seis días de huelga por reclamos salariales.


En medio del proceso huelguístico, el gobierno del derechista Sebastián Piñera, asediado por el creciente rechazo popular al gobierno (del orden del 50%), los bajos índices económicos y el fracaso de su política exterior (de apoyo la intentona golpista yanqui en Venezuela), anunció una serie de cambios y enroques en el gabinete. Los movimientos mantienen con todo a figuras repudiadas como el ministro del Interior Andrés Chadwick, responsable político del asesinato del referente mapuche Camilo Catrillanca, y tienen como propósito declarado avanzar con las reformas tributaria y previsional, que han sido rechazadas en anteriores movilizaciones.


Categórico rechazo a la propuesta de Educación


Los docentes reunidos por el Colegio de Profesores rechazaron el lunes 17, mediante una votación nacional, la propuesta del Ministerio de Educación, por considerarla insuficiente. El 90% de los 22.000 consultados, según el informe presentado por el colegio profesional, han definido la tercera semana de paro, con acciones territoriales y una marcha central para el día jueves 20 en la capital chilena. Hay que añadir que el martes 18 se sumaron a la medida los jardines de infantes (JUNJI).


La oferta del gobierno no dio respuesta a las demandas del movimiento de profesores, que levantan largos reclamos del gremio (como la “deuda histórica” con los docentes que data de la dictadura de Pinochet) y rechazan las avanzadas de ajuste y degradación de la educación por parte del Ejecutivo. La ministra Cubillos sostiene que uno de los reclamos de los profesores, el reconocimiento de la mención en el caso de las educadoras diferenciales, supone un gasto de 30 mil millones al año que no están dispuestos a desembolsar (un cálculo denunciado como inflado por la docencia), y los funcionarios se niegan a debatir sobre la repudiada reforma curricular.



La dirección del Colegio de Profesores, empujada por la gran adhesión a la huelga, renueva semanalmente la medida en base a la consulta con encuestas en todas las comunas, pero le reitera a la ministra ante las cámaras de televisión que abra un canal de diálogo para cerrar la medida. A su vez, la central obrera (CUT) y las federaciones estudiantiles se han limitado a presentar un petitorio al gobierno derechista de Piñera, pero no han planteado una medida conjunta para estructurar un plan de lucha y paro nacional.


Se suman los mineros


Por su parte, los mineros de Chuquicamata en huelga  amenazan con una movilización central si el gobierno y Codelco (empresa estatal de Cobre) no dan respuesta inmediata a sus reclamos.


Las principales demandas de los trabajadores son por mejoras salariales, en vísperas de la inauguración de una nueva fase de explotación subterránea y de las condiciones de asistencia en salud. Codelco tiene con qué responder a las demandas: produce casi el 11% del cobre mundial, con una producción anual de casi 1,7 millones de TMF (Infobae, 14/6). Por el contrario, ha reforzado la represión en los campamentos apostados en la salida de las minas, que buscan bloquear el ingreso y sumar más trabajadores a la medida.


El anuncio de los sindicatos 1,2 y 3 que han coincidido en la huelga, tiene que ver con las represalias que la propia empresa ha tomado con los trabajadores adheridos a la medida, fuerte presencia policial y las declaraciones del  propio ministro de Minería, que afirmó que no hay posibilidades de mejorar la oferta de Codelco.


Todo el apoyo a los trabajadores docentes, mineros y a la juventud que se levanta en toda la región contra los gobiernos del FMI y el imperialismo. Para defender la educación, la salud y las jubilaciones, debemos intervenir como trabajadores para derrotarlos con la huelga general.