Chile: un nuevo crimen contra la clase obrera


Tras varios días de movilización de los obreros subcontratados, por el reclamo de la negociación directa con la empresa mandante Codelco (reivindicación, que en años anteriores se había logrado), se produjo el acribillamiento a balazos del obrero Nelson Quinchillao, por parte de la policía. Manuel Ahumada, presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, relató: “fuimos a la Fiscalía, con la Policía de Investigaciones, entregando evidencias y testimonios de lo vivido, junto a otros dirigentes sindicales del país, que estuvieron a unos 30 metros de lo sucedido. Estamos entregando cerca de 17 casquetes de balas de 9 milímetros, lo que refleja que las Fuerzas Especiales dispararon y vaciaron sus armas de servicio en contra de los trabajadores movilizados. Hay otro compañero herido que fue trasladado a Copiapó para un escáner, porque tiene un perdigón en uno de sus pómulos, que le generó fracturas y está aún alojado, además de perdigones en otros lados del cuerpo. Aparte, hay otros trabajadores con caderas rotas, porque les dispararon lacrimógenas a quemarropa, también heridas por perdigones y balines de acero (…) Carabineros no tiene nada que hacer en un conflicto laboral, para eso existen otros mecanismos, pero parece ser un pecado capital movilizarnos por nuestras reivindicaciones, ya que están dispuestos a mancharse las manos con sangre si un trabajador ejerce su derecho a paro y huelga. Los conflictos laborales se resuelven de acuerdo con la fuerza que tiene el empresariado y la que tenemos los trabajadores (…) Se menosprecia a los trabajadores contratistas de la minería, la principal fuerza laboral de ésta, de más de dos tercios. O sea, de 100 trabajadores, 71 son contratistas, y somos los más precarizados (…) Hay unos a los que contratan por un menos de un mes, pese a que somos los trabajadores que hoy generamos el más alto valor para las riquezas de nuestro país, que se distribuye entre altos ejecutivos de la minería”.


En una entrevista televisiva en CNN, el dirigente nacional de la CUT, Nolberto Díaz, señaló que es el trabajo tercerizado el responsable de la pobreza de los trabajadores y el responsable de la muerte de Nelson Quinchillao, y que este punto no lo toca en absoluto la reforma laboral del gobierno de Bachelet. Esta declaración prueba las contradicciones constantes e irreconciliables con los intereses de la clase obrera con los que la burocracia sindical tiene que lidiar para contener las luchas de los trabajadores, la acción criminal y asesina de la policía mandatada por Bachelet y el ministro Burgos, que han criminalizado la protesta social. Esto debe ser respondido con la acción organizada de todos los trabajadores, con los métodos de lucha del movimiento obrero.


• No más obreros muertos.


• No más criminalización de la protesta social.


• Fuera el ministro Burgos y el general de Carabineros.


• Por el juicio y encarcelamiento a todos los responsables en el mando militar por el asesinato de Nelson Quinchillao.


• No al trabajo subcontratado, pase a planta de todos los obreros tercerizados.