China, a pura deuda


La deuda mundial viene creciendo a un ritmo vertiginoso, pero en China ha adquirido un carácter explosivo: pasó de 7 billones de dólares en el año 2007 a 28 billones a mediados del año pasado: es decir, se cuadruplicó en menos de diez años. En relación con el PBI es ahora más grande que la de Estados Unidos -el 282 por ciento del PBI (Informe de la consultora Mc Kinsey Global Institute, 7/2). La mitad de la deuda de los hogares y particulares, de las corporaciones no financieras y del Estado está asociada a la actividad inmobiliaria. La deuda corporativa china ha pasado a ser una de las más elevadas del mundo (125 por ciento del PBI).


 


Los préstamos a los gobiernos locales han crecido también muy rápidamente. Una auditoría practicada en 2014 revela que el 20 por ciento de los préstamos recientes fueron destinados a cancelar vieja deuda y que el pago del 40 por ciento de los servicios de la deuda fue financiado con la venta de tierras.


 


Una tercera parte de la imponente deuda proviene del llamado sistema bancario en las sombras, el cual funciona al margen de las regulaciones legales.


 


China posee 89.000 empresas inmobiliarias y de la construcción, responsables del 15 por ciento del PBI y del 28 por ciento de las inversiones en activos fijos. El 80 por ciento de este sector se encuentra en un estado financiero vulnerable. Después de crecer a un ritmo febril durante diez años, el valor de la propiedad residencial en 40 ciudades cayó un 14 por ciento en 2014. Esto tiene un impacto muy severo en el sistema financiero. 


 


La deuda pública asciende a un 55 por ciento del PBI, relativamente baja de acuerdo con los parámetros internacionales. La mitad pertenece a los gobiernos locales y creció en forma espectacular sobre una base extremadamente frágil; 1,7 billones de dólares corresponden a instrumentos financieros de dudosa cobrabilidad -se los cataloga como bonos basura.


 


Como los gobiernos locales carecen de capacidad para crear impuestos y deben entregar al gobierno central el 50 por ciento de los ingresos que recaudan, recurren a la venta de tierras fiscales trabajadas por campesinos -y a endeudarse con la banca en las sombras, que ya concentra el 30 por ciento de los préstamos.


 


Cualquiera de los factores aquí señalados y con más razón una combinación entre ellos, puede desatar un colapso económico de alcance internacional.