Chris Harman (1942-2009)

El sábado 7 de noviembre falleció Chris Harman, uno de los principales dirigentes del Socialist Workers Party (Partido Socialista de los Trabajadores) de Gran Bretaña, y también uno de sus teóricos. Harman murió de un súbito ataque al corazón mientras se encontraba en El Cairo, cuando estaba a punto de cumplir 67 años. Se desempeñaba como editor de la revista teórica del SWP, International Socialism y, durante más de veinte años, editor del Socialist Worker, su semanario. El Partido Obrero le ha hecho llegar sus condolencias a compañeros y familiares.

Educado en la Universidad de Leeds y en la London School of Economics, Harman abandonó la carrera académica para dedicarse a la militancia y a la labor propagandística en el marco de la organización fundada por el difunto Tony Cliff (pseudónimo de Igal Gluckstein), quien construyó el partido numéricamente más importante del trotskismo británico luego de la liquidación de la Socialist Labour League de G. Healy. Cliff revisó aspectos fundamentales de los planteos de Trotsky, particularmente el análisis de la Unión Soviética -Cliff la consideraba como un “capitalismo de Estado”. Durante la guerra fría acuñó la consigna “Ni Washington ni Moscú”. La IV Internacional enarbolaba la “defensa incondicional de la Unión Soviética” en el caso de una guerra con el imperialismo.

Harman fue quizás el principal teórico de los cliffistas, un rol en el que ha sido sucedido por Alex Callinicos. Produjo una cantidad enorme de artículos y libros, entre los que corresponde destacar Class Struggles in Eastern Europe, donde desarrolló la visión de Cliff sobre los Estados del ‘glacis’ soviético como capitalismos de Estado; The Fire Last Time, en el cual analizó los procesos revolucionarios de 1968; The Lost Revolution, sobre la revolución alemana de 1923; y la popular A People’s History of the World, entre otros. Acababa de publicar Zombie Capitalism, dedicado a analizar la actual crisis mundial. Muy pocos de sus escritos han sido traducidos al español.

La gran producción bibliográfica del SWP contrasta con las dificultades que encontró esa corriente para insertarse en la clase obrera británica y con el creciente carácter auto=referencial de sus escritos. Al Richardson, un destacado historiador trotskista británico, fallecido hace un tiempo, señalaba que las sucesivas reediciones “ampliadas” de los libros de Harman aportaban menos una actualización de los temas estudiados que un reflejo, “con exactitud matemática”, de la medida en que el SWP avanzaba en su autoproclamación sectaria como el “partido revolucionario”. 

En los últimos años, el SWP formó una coalición “amplia”, llamada Respect, con sectores disidentes del laborismo, algunas personalidades y ex diputados “sin partido” y el apoyo del Consejo Musulmán Británico (MBC), que representa a la burguesía islámica. Harman y los líderes del SWP lo presentaron como “una alternativa radical al nuevo laborismo”; e incluso se acercaron al “progresista” de Londres, Ken Livingstone. El proyecto de Respect, claro, terminó en un fracaso y se rompió en 2008 en medio de un escándalo, con denuncias de corrupción incluidas. La reciente reivindicación, por parte de Callinicos, de coaliciones como Die Linke en Alemania o el Bloco de Esquerda en Portugal (ver Prensa Obrera Nº 1.105) muestra que en el SWP parece seguir predominando la construcción política artificial, por arriba, en oposición a la insistencia de su fundador, Tony Cliff, que tenía una marcada tendencia al basismo y a la proclamación del automovimiento de la clase obrera.