¿Coalición Likud-laborismo?

La ‘ajustada’ aprobación de los ‘acuerdos de Hebrón’ dejó al gobierno de Netanyahu “al borde de la ruptura” (Ambito, 16/1). Días después, estalló un “escándalo (que) puede acabar con su gobierno” (Clarín, 25/1): se denunció que la aprobación parlamentaria de los acuerdos fue “lograda por medios corruptos”, mediante la ‘compra’ de los votos de dos ministros del partido religioso Shas, no en dinero, sino a cambio de la designación de un funcionario afín en una posición estratégica del Estado (ídem). Según lo planteó el ministro de Industria y Comercio, “cercano a Netanyahu”, si esto fuera cierto, “ya no hay lugar para la continuidad de este gobierno” (ídem).


Se verifica así un temprano pronóstico de Prensa Obrera ni bien asumió el gobierno del Likud. Decíamos en PO del 6/6/96: “La fractura del ‘establishment’ sionista es demasiado profunda, la presión del imperialismo demasiado intensa y la coalición derechista gobernante demasiado contradictoria, es decir, la situación es demasiado explosiva, como para que Netanyahu pueda sobrevivir un tiempo prolongado simplemente haciendo equilibrio. Todo esto permite pronosticar que el gobierno de Netanyahu marcha a una crisis política a corto plazo …”. El 3/10/96, tras la rebelión palestina por la apertura del ‘túnel’ en Jerusalén oriental, dimos cuenta del reclamo de las FF.AA. sionistas a favor de “la formación de ‘un gobierno de unidad nacional’…”.


¿Marchamos a un gobierno de coalición del Likud con sus ‘traidores’ del centroizquierda?