El acto del 3 de junio en La Bombonerita fue, sin lugar a dudas, uno de los más importantes de la historia del Partido Obrero. Y no sólo por lo masivo y fervoroso. Fue el acto multitudinario de un partido que lucha y que crece planteando una oposición de clase al régimen capitalista.

Los casi 3.000 compañeros que, desde lugares tan lejanos como Tucumán, Chaco, Neuquén, Santa Cruz y el Uruguay, se acercaron a La Bombonerita no lo hicieron movidos por una consigna episódica o un reagrupamiento fugaz. Lo hicieron, como los cincuenta compañeros de 13 países que participaron en la reunión internacional que antecedió al acto, movidos por una consigna estratégica: reconstruir la Internacional Obrera, refundar la IVª Internacional. Se trata, por cierto, de un grado elevado de conciencia revolucionaria, la convicción de la necesidad de poner en pie un partido mundial de la revolución socialista. El acto de La Bombonerita fue un momento excepcional en la construcción y el desarrollo de una vanguardia obrera concientemente socialista e internacionalista en la Argentina.

Hace dos años, en el acto de Argentinos Juniors, el Partido Obrero se comprometió a convertir la consigna de la refundación de la Internacional Obrera en una causa popular en Argentina. El acto de La Bombonerita, superior a aquél en cuanto al número de asistentes, a la calidad política de las delegaciones obreras presentes y al número de organizaciones extranjeras, muestra cómo estamos cumpliendo ese compromiso: construyendo el Partido Obrero, la sección argentina de la IVª Internacional.