En un giro sorprendente de la campaña electoral que se libra por la presidencia, el candidato del Partido Verde, Antanas Mockus, ex intendente de Bogotá, ha pasado a liderar las encuestas. Le llevaría 12.5 puntos a su más inmediato seguidor, el uribista Juan Manuel Santos.

La coalición actual de gobierno del presidente Alvaro Uribe es un frente entre su partido, de la U –una federación de punteros– y el partido conservador. Esta derecha logró, con la ayuda yanqui, mantener un liderazgo político, como se expresó en sucesivas victorias electorales.

La estrella ascendente de Uribe tuvo un traspié cuando la Corte Constitucional, en febrero de 2010, declaró ilegal un referéndum que le hubiese permitido postularse para un tercer mandato. Habiendo sido “el más íntimo aliado de Washington en todo el continente” (Washington Post, 19/4), Uribe pasó a ser un hombre sin futuro político inmediato.

Mockus plantea la “legalidad democrática”: “Heredo del presidente Uribe –dice– una serie de resultados, de transformaciones importantes. Voy a cuidarlas, voy a construir sobre lo construido”.

Para Mockus, “la satanización de la figura de Chávez por Uribe hace que ninguno de los candidatos se refiera al problema más grave de la economía: el estancamiento del comercio bilateral con Venezuela, que se ha reducido en un 30% (e) inversiones por 5.000 millones de dólares están paralizadas” (ex presidente Samper, El País, 4/5).

Mockus no cuestiona la presencia de las bases norteamericanas ni ha planteado una medida que apunte a la investigación de las masacres de los “para”, del espionaje ilegal a la oposición o de los “falsos positivos”, los civiles ejecutados por los militares presentados como “guerrilleros muertos en combate”. Pero plantea “institucionalizar” a los grupos de tareas y poner un freno a la descomposición del Estado, que es lo que finalmente volteó a Uribe.
El candidato “transparente” que se presenta con un collar de girasoles y un lápiz en su mano es, en definitiva, un Fujimori redivivo.

¿Es lo que quiere Obama? El presidente norteamericano, a días vista de la elección, ha planteado “hacer más sólida la relación con Colombia” e impulsar, ahora sí, “el acuerdo de libre comercio, a pesar de la campaña en su contra” (Counterpunch.org, 27/4).

Christian Rath