Dos de los integrantes del grupo de rap francés NTM (sigla que significa “búrlate de tu madre”) fueron condenados a tres meses de cárcel efectiva —seguidos de seis meses de prohibición de actuar— bajo la acusación de que sus canciones “incitan a la violencia contra la policía”. La resolución judicial tuvo lugar en la muy ‘culta’, muy ‘liberal’ y muy  ‘democrática’ Francia, a la que muy frecuentemente se la presenta como un ‘ejemplo’ de respeto a las libertades.

La condena a los NTM es una ‘advertencia’ a su público, que se recluta entre los sectores más empobrecidos de la juventud francesa –los inmigrantes, los desocupados, los ‘sin papeles’, los jóvenes que cobran salarios de miseria (o, como dicen los patrones, ‘salarios de aprendices’). A todos ellos, la ‘justicia’ francesa les está diciendo que no esperen el más mínimo respeto de sus derechos democráticos a manos de la policía y de los propios jueces. El contenido racista del fallo es, también, inocultable: Francois Léotard –presidente de la UDF, partido integrante de la coalición de gobierno–, después de aprobar calurosamente el fallo, ‘recordó’ el origen de los integrantes del grupo condenado –uno portugués, el otro antillano–, lo que constituye un virtual llamado a su expulsión.

Mientras persigue a los raperos, la ‘justicia’ no pone ninguna restricción a la violencia que –allí como aquí– ejerce diariamente la policía contra la juventud de las barriadas más empobrecidas. El fallo, la justicia que lo parió y el Estado que pretende hacerlo cumplir, desnudan la política terrorista que la burguesía emprende contra la juventud explotada en todo el mundo: razzias y persecución a los artistas populares en Francia, ‘toque de queda’ en los Estados Unidos (y también aquí). Para estos ‘demócratas’, de lo que se trata es de impedir que explote la extrema tensión social que se acumula entre la juventud explotada, como consecuencia del desempleo, la miseria, la ausencia de posibilidades, es decir, como consecuencia de la crisis capitalista.

La condena a los raperos está desatando un vasto movimiento juvenil para “evitar que los cantantes del NTM pasen ni una sola hora en prisión”. A la distancia, nos sumamos a este reclamo.