Conferencia Marxista en Moscú

El 17 de junio tuvo lugar en Moscú, en el Museo V. V. Mayakovsky, una importante conferencia organizada por el periódico teórico independiente marxista Alternativi (Alternativas). El tema fue “Rusia en la era de la globalización”. Además de oradores rusos, participaron a su vez panelistas invitados de países capitalistas de Occidente: dos representantes de la Asociación Americana de Filosofía Radical, Karsten Struhl y Elisabeth Bowman, así como Savas-Michael Matsas, secretario general del EEK, el Partido Revolucionario de los Trabajadores de Grecia, quien también es miembro de la Junta Internacional de Alternativi.


El principal orador fue Savas Michael, que presentó el trabajo “Los Balcanes y Rusia: la catástrofe que nos amenaza y cómo enfrentarla”. Se trató de un análisis de la crisis mundial tal como ella se refleja en los Balcanes, un año después de la guerra de Kosovo, y en Rusia, dos años después de su cesación de pagos y de la transición política de Yeltsin a Putin. Se prestó particular atención a lo que se ha llamado el ‘efecto Kosovo’, el ascenso de una poderosa, aunque todavía confusa, ola de sentimientos antiimperialistas y de temores frente al peligro de colonización de la región, entre las más amplias masas de los Balcanes, de Europa Oriental, de las ex repúblicas soviéticas, sobre todo Rusia, e incluso de China. Se advirtió acerca de cómo los regímenes restauracionistas intentan jugar con esos legítimos sentimientos y con la ‘carta nacional’ para distraer a la clase obrera y a otros estratos populares de la lucha contra sus reales enemigos. La guerra reaccionaria en Chechenia y cómo Yeltsin y Putin la utilizaron, es el más claro ejemplo.


Se prestó mucha atención al análisis de la política económica y exterior del ‘nuevo’ régimen de Putin, porque las ilusiones y expectativas entre el pueblo son todavía muy grandes. El orador trotskista enfatizó la importancia de la ‘segunda terapia de choque’ preparada por el gobierno, el plan propuesto por el ministro alemán Gref bajo las instrucciones del FMI y el capital financiero mundial, y cómo el régimen intenta ahora encubrirlo con una retórica anti-occidental o con amenazas, como fue el arresto provisional del oligarca Gussinsky. Las fuentes occidentales ya presentan a Putin como un Kerensky que, si fracasa, dejaría el lugar a un Lenin en una situación revolucionaria en Rusia (Stratfor, enero de 2000). Savas Michael presentó una alternativa revolucionaria e internacionalista para combatir tanto al imperialismo como a sus camarillas locales, sobre todo a las camarillas restauracionistas gobernantes, para derrotarlas con una “Segunda Revolución” y reorganizar la economía sobre una base planificada y socialista, en una nueva Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas con plenas garantías para los derechos nacionales de todas las nacionalidades. Se puso de manifiesto la necesidad de la unidad política de la clase obrera en los Balcanes, en Europa, en Rusia e internacionalmente, y se planteó toda la cuestión de la urgencia de una Internacional Obrera Revolucionaria. Se hizo un llamado a organizar inmediatamente nuestra acción común contra el FMI y la Otan en Praga, en setiembre de 2000, junto con el contingente que el Centro Christian Rakovsky y el movimiento por la refundación de la IV Internacional prepara con las consignas “¡Fuera la Otan y el FMI! ¡Abajo la Unión Europea de los imperialistas! ¡Por la unificación socialista de los Balcanes y de toda Europa, del Atlántico a Rusia!”.


La intervención de Savas Michael tuvo un gran impacto y dio lugar a un debate por más de una hora. Muchos trabajadores e intelectuales y sus respectivas organizaciones expresaron su deseo de participar en la batalla de Praga.


Un día después de la conferencia, el 18 de junio (tres días después del aniversario de la ‘Operación Barbarroja’ de Hitler contra la URSS), Savas Michael fue invitado a hablar en la Radio Nacional de Moscú (“Narodnoe Radio”) inmediatamente después de las noticias centrales del mediodía, para presentar los mismos temas y responder “en vivo” a las preguntas de oyentes de todo el país durante una hora. El resultado fue un pequeño triunfo político: por más de una hora y media nos dirigimos a una audiencia de dos millones de personas y respondimos a decenas de preguntas que llegaron de todo el país, de Siberia a Krasnodarsk y de Moscú y Leningrado a Voronezh y Perm. Las reacciones de los oyentes fueron más que cálidas, entusiastas. El público lloró, envió poemas dedicados al orador e incluso los periodistas de Radio Moscú lloraron y besaron a Savas Michael. El debate continuó otra hora después de la cadena nacional por vía telefónica.


Muchas personas preguntaron cuándo Savas Michael hablaría de nuevo y se le prometió que un libro con sus análisis sobre la ex Unión Soviética sería publicado el año próximo, el año del décimo aniversario del colapso de la Unión Soviética.


Esta fue nuestra primera actividad internacional después de la reunión por la refundación de la IV Internacional en Buenos Aires, a fines de Mayo. Mantenemos la promesa que hicimos en nuestro discurso en La Bombonerita: “Llevaremos la bandera de la IV Internacional por todo el planeta”.