Corrida bancaria

La crisis política en Grecia ha precipitado una corrida a los bancos, que han visto un retiro de casi dos mil millones euros en tres días. En el curso de la crisis los depósitos bancarios retrocedieron un 30% -una hemorragia que fue compensada con dinero del Banco Central de Grecia y del BCE. La fuga de depósitos está relacionada con la salida de Grecia del euro, pero se encuentra también alentada desde el Estado con la intención de forzar a la coalición Izquierda Radical (Syriza) a avenirse a un acuerdo con la Comisión Europea o directamente aplazar las elecciones, lo cual supondría desconocer al parlamento que se acaba de elegir y un golpe de estado.


La corrida a los depósitos bancarios es también intensa en España y ha sido ampliamente discutida en la televisión. Aquí se teme un corralito bancario, al estilo Cavallo, pero también es una presión política para que España se someta a un rescate europeo y para que Alemania se avenga a ampliar el Fondo de Financiamiento del Sistema Europeo.


Una corrida bancaria, en el extremo, implica que el euro ha perdido su condición de moneda común de la zona monetaria europea. Tal cosa implicaría un terremoto financiero nunca visto en la historia del capitalismo, pues el euro representa el 30% del stock monetario, un porcentaje similar de transacciones y el valor patrimonial de una enorme parte del capital mundial.


Lo dicho significa que los Estados principales de Europa están forzados a adoptar medidas políticas excepcionales. Por aquí pasa el desenlace de la crisis griega y la próxima etapa de la Unión Europea.