Crisis mundial y proteccionismo

Fracaso de la integración capitalista en el Cono Sur

Montevideo

El proteccionismo argentino ha llegado para quedarse, señalan algunos observadores uruguayos. En las últimas semanas, la cuestión de las "trabas" argentinas a las exportaciones desde Uruguay ha marcado buena parte de la agenda uruguaya de los partidos del régimen, las cámaras empresariales y hasta del PIT/CNT. El llamado a la "defensa de la producción nacional" es un grito común.


Sin embargo, el proteccionismo no es un asunto que afecte solamente a nuestras vecinas orillas. Sobre fines de diciembre, el Mercosur subió los aranceles en común contra Europa y, en menor grado, contra China (Ámbito Financiero, 21/12/11). En el marco de la crisis mundial, la guerra comercial intercapitalista y las represalias están planteadas contra todos los países. Desde el inicio de la crisis, casi todos los países que integran el G-20 -y, más recientemente, los llamados "emergentes"- han impuesto medidas restrictivas al comercio bilateral. La guerra comercial es el síntoma de la disgregación del comercio mundial. Por ello, el planteo de encerramos en nuestro "paisito" no tiene salida.


La "preocupación nacional" por el proteccionismo argentino les ha dado la excusa a las patronales para despedir a más de mil trabajadores del sector de la vestimenta, industria automotora, gráficos y de la industria del papel (El País, 14/3). Ha sido también la excusa del gobierno para entregar fenomenales subsidios a los capitalistas de estos sectores, para ocultar que el problema obedece a una recesión.


Por otra parte, la dirección del PIT/CNT ha dejado pasar los despidos sin resistencia. Incluso, en el interior del país se han movilizado junto a las patronales de la industria de la madera en reclamo de apoyos al sector (La República, 29/2). Desde la dirección del sindicato se afirmó que "aunque es obvio que defendemos intereses distintos, en esta coyuntura también estamos haciendo alianzas con la patronal con la intención de permitir el mantenimiento de las fuentes de trabajo" (El Popular, 7/3).


Desintegración


Lo que con claridad evidencia esta crisis es el agotamiento del Mercosur y, por lo tanto, el fracaso de la integración capitalista sur-sur. La unidad latinoamericana tiene un límite insalvable sobre bases capitalistas. El proteccionismo manifiesta que los gobiernos de la región han decidido actuar en custodia del gran capital instalado en sus naciones. Desde el gobierno uruguayo -y con el apoyo de la oposición de derecha- se comienza a plantear la firma de tratados de libre comercio por fuera del Mercosur. La crisis muestra que el proyecto nacional’ de 'integración' de la burguesía latinoamericana se agota en un marco de creciente crisis mundial y, por lo tanto, de agudización de la lucha comercial entre las principales potencias. La crisis del comercio internacional desintegrará al Mercosur. Estamos ante un evidente fracaso de la burguesía nacional. Los objetivos de independencia nacional de América Latina sólo podrán alcanzarse por medio de una Federación Socialista de Estados.


Por una conferencia obrera sudamericana


La proclamada "defensa de la producción nacional" oculta el hecho de que estamos en presencia de una lucha burguesa sur-sur, no una lucha entre los trabajadores.


Es preciso plantear una estrategia obrera de carácter intemacionalista, la cual integre en una lucha común a los trabajadores sudamericanos.


Se impone trabajar hacia la realización de una conferencia obrera y sindical de Sudamérica, para defender los derechos y el empleo frente a la guerra comercial y contra los despidos por recesión.